López Obrador aclara su relación con la candidata presidencial de Morena y desmiente interpretaciones sesgadas sobre su postura en el debate.
En la conferencia matutina celebrada hoy en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abordó los recientes rumores que sugerían un supuesto descontento hacia Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM). Tales especulaciones surgieron a raíz del primer debate presidencial, celebrado el 7 de abril, donde se acusó a Sheinbaum de no haber defendido adecuadamente al gobierno federal ante las críticas de sus adversarios.
Inicialmente, López Obrador prefirió no abordar el tema, considerándolo un asunto relacionado con el proceso electoral en curso. Sin embargo, ante las persistentes preguntas de los periodistas, el mandatario decidió aclarar la situación.
Denunció una “interpretación sesgada” de sus comentarios previos sobre el debate, criticando a algunos comunicadores por haber sugerido que estaba molesto con Sheinbaum. Según el presidente, esto fue resultado de una manipulación mediática con el objetivo de “amarrar navajas”, es decir, generar conflictos donde no los había.
Contrario a las especulaciones, López Obrador afirmó tener un gran aprecio por la candidata presidencial de Morena. “Quiero mucho, mucho, mucho a Claudia Sheinbaum”, declaró enfáticamente. Afirmó que las versiones que circulaban sobre su supuesto descontento eran “de pena ajena”, calificándolas como un intento de generar polémica artificial.
“Le dieron una interpretación sesgada de lo que dije sobre el debate”, puntualizó el presidente. Explicó que, si bien pudo haber discrepancias con la narrativa del evento, estas no implicaban un desacuerdo personal con Sheinbaum. Enfatizó que las críticas no surgieron de un verdadero descontento, sino de una interpretación maliciosa por parte de algunos medios.
En última instancia, López Obrador lamentó que se hubiera dado crédito a estas interpretaciones erróneas, señalando que “hacen el ridículo”. Insistió en que su relación con Sheinbaum permanece sólida, desestimando cualquier intento de sembrar discordia entre ellos.
La intervención del presidente no solo despejó las dudas sobre su relación con Sheinbaum, sino que también puso de manifiesto la importancia de evitar la manipulación mediática en el contexto político actual.