La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, anunció hoy que tanto la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) deberán cambiar sus métodos de admisión a sus preparatorias y vocacionales, eliminando el tradicional examen de selección de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems). Aunque aseguró que no se presionará a estas instituciones para adoptar un método específico, se les insta a definir un nuevo sistema de ingreso.
Sheinbaum enfatizó que la decisión final sobre el nuevo método de admisión recae en las propias instituciones educativas. “La UNAM tendrá que decidir, no le vamos a imponer nosotros nada a la Universidad Nacional Autónoma de México, es una decisión que ellos deben de tomar, incluso al propio Politécnico”, declaró.
La presidenta electa expresó su desacuerdo con el uso de exámenes de ingreso, argumentando que todos los adolescentes deberían tener la oportunidad de estudiar en las escuelas de su preferencia, sin estar condicionados por el puntaje de una prueba. “Mi opinión es que un adolescente dice: ‘¿Por qué si yo quería entrar a esta escuela me mandan a la otra?’ Ah, pues es que sacaste siete en un examen”, criticó.
Sheinbaum también señaló que el sistema actual ha fomentado una percepción errónea sobre la calidad de las escuelas, impactando negativamente a los jóvenes que no logran ingresar a sus opciones principales. “No tendría por qué haber una situación en donde el adolescente desde los 15 años ya dice, pues me mandaron a la peor escuela, porque todas las escuelas deben ser igual de buenas”, argumentó.
Desafíos y Nuevas Perspectivas
La eliminación del examen Comipems plantea un reto significativo para la UNAM y el IPN, que deberán encontrar alternativas para la selección de los estudiantes de nuevo ingreso. Actualmente, la UNAM cuenta con 14 escuelas de bachillerato en el Valle de México, incluyendo nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), ofreciendo alrededor de 33 mil plazas a los jóvenes que concluyen el nivel básico.
El IPN, por su parte, dispone de 19 Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT), conocidos como “vocacionales”, que cada año reciben a unos 25 mil estudiantes. Sin embargo, aproximadamente 170 mil aspirantes son rechazados anualmente al no obtener un puntaje suficientemente alto para ingresar a estas instituciones, las cuales son altamente demandadas por su prestigio y oportunidades académicas.
Futuro de la Educación Media Superior
La próxima administración de Sheinbaum busca garantizar que todos los jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, sin importar su rendimiento en un único examen. Esta nueva política educativa podría transformar significativamente el panorama de la educación media superior en el Valle de México, promoviendo una mayor equidad y acceso para todos los estudiantes.
La UNAM y el IPN enfrentan ahora el desafío de diseñar un sistema de admisión que refleje estos principios, asegurando que cada estudiante tenga la oportunidad de desarrollarse en un entorno educativo que favorezca su crecimiento personal y académico.