Trump y Vance, ¿un peligro para México?

La pareja Trump-Vance tiene amplias posibilidades de asumir la presidencia y vicepresidencia de los Estados Unidos y con ello varios países comenzarán a sufrir sus decisiones. En México, la doctora Sheinbaum deberá comenzar a diseñar una estrategia, junto con sus designados secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente y de Economía, Marcelo Ebrard

El reciente atentado que por un pelito -literal- le pudo costar la vida al expresidente estadounidenseDonald Trump en Pennsylvania lo coloca como el hombre del momento en su lucha por la Casa Blanca.

Con la oreja derecha vendada Trump llegó triunfante, rodeado de un impresionante número de elementos del Servicio Secreto, a la Convención Republicana en Milwaukee, como héroe de las clases medias que lo ven como un ariete contra los enemigos de América, como ellos mismos llaman a Estados Unidos, al único capaz de detener el flujo de esos desagradables migrantes que quieren violar a sus jóvenes mujeres, el que advirtió que no permitirá se confabulen México y China para introducir acero ilegal a su territorio, el que advirtió que los vehículos producidos al norte y al sur de sus fronteras deberán contener un mínimo de 70% de partes de acero y aluminio fabricadas en ese país o no entran, el que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para evitar que los “bad hombres” sigan operando con toda impunidad bajo su frontera sur.

En la acera de enfrente está Joe Biden, contagiado de Covid 19, con sus lamentables episodios que en eventos públicos han puesto en duda su capacidad física y mental para repetir como mandatario del país militarmente más poderoso del mundo.

Ante su insistencia de ir a las urnas el 5 de noviembre los demócratas parecen haber decidido inteligentemente dejarlo solo y esperar tener un mejor candidato para 2028; sus gallos no quieren ir a una costosa contienda que está prácticamente perdida.

En este escenario político surge el nombre de James Donald Bowman, hoy conocido comoJames David Vance, J.D. Vance, senador candidato a la vicepresidencia de Trump, conocido por formar parte de ese grupo de legisladores convencidos que es necesario enviar tropas a México para ubicar y desmantelar a los grupos del crimen organizado que, enriquecidos por el tráfico de fentanilo, han desestabilizado al gobierno de nuestro país y que en no más de tres años lo habrán convertido en un estado fallido.

Vance es un político, empresario opositor alTLCAN, escritor y exmarine que sirvió en Irak, abogado por Yalenegacionista del cambio climático, antiinmigrante, proteccionista, y a sus casi 40 años tiene un feroz apetito por llegar a ser, en cuatro años más, el próximo huésped de la Casa Blanca, lo que son malas noticias para la próxima administración de Claudia Sheinbaum.

La pareja Trump-Vance tiene amplias posibilidades de asumir la presidencia y vicepresidencia de los Estados Unidos y con ello varios países comenzarán a sufrir sus decisiones. En México, la doctora Sheinbaum deberá comenzar a diseñar una estrategia, junto con sus designados secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente y de Economía, Marcelo Ebrard, para prever escenarios que no tomen al país por sorpresa y permitan enfrentar una agresiva política intervencionista en materia migratoria, económica y militar.

Trump no tiene nada que perder: dice ufano que ya dobló a México y que lo volverá a hacer.

Está decidido a aprovechar los próximos cuatro años al frente de la Casa Blanca, aunque tenga que pasar por la soberanía e independencia de quienes le estorben, y ni qué decir de Vance, que desde sus inicios como político ha sido claro: América para los americanos o, “hagamos grande a Estados Unidos otra vez”, cueste lo que cueste.