En medio de una ola de críticas y polémicas, la directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, ha vuelto al ojo del huracán tras su viaje a París, donde acompañó a la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de 2024. Su regreso a México el pasado 12 de agosto ha generado una fuerte controversia, destacándose no sólo por su ausencia en las competencias de los atletas mexicanos, sino también por el lujo en el que se desenvolvió durante su estancia en la capital francesa.
Guevara llegó a la Ciudad de México a bordo de un vuelo AF178 de Air France, ocupando un asiento en primera clase cuyo costo, según diversas fuentes, oscila entre los 140 y 160 mil pesos por viaje redondo. La llegada de la ex atleta a territorio mexicano a las 17:00 horas fue rápidamente señalada en los medios, no tanto por la hora, sino por las críticas que desató el elevado costo de su asiento en contraste con los modestos apoyos financieros que muchos de los atletas mexicanos recibieron para su preparación olímpica.
Uno de los casos más significativos es el de Marco Verde, medallista olímpico que, a pesar de haber traído alegría al país con su logro, recibió apenas 541 mil 85 pesos para su preparación y la de su equipo en el ciclo 2023-2024. Esta cifra contrasta dramáticamente con el costo del viaje en primera clase de Guevara, lo que ha alimentado el descontento y las comparaciones entre los recursos asignados a los deportistas y los gastos de la funcionaria.
Durante su estancia en París, Guevara fue vista en restaurantes de lujo, como el emblemático ‘Au Pied de Cochon’, lo que generó aún más indignación al ser captada en un entorno lujoso mientras se le cuestionaba por no haber asistido a varias competencias de los atletas mexicanos. La funcionaria también se vio envuelta en una controversia tras declarar que México tenía “menos cuatro medallas”, en referencia a las oportunidades perdidas en disciplinas como clavados, surf y gimnasia, lo que provocó una nueva ola de críticas hacia su gestión.
La tensión escaló aún más cuando Guevara se enfrentó verbalmente con María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano (COM), al afirmar que la Conade sí había apoyado a los medallistas de plata en clavados sincronizados en trampolín tres metros, Osmar Olvera y Juan Celaya. Esta declaración contrastó con las denuncias de los propios deportistas, quienes han señalado que desde enero de 2023 no se les han otorgado becas ni apoyos, especialmente en disciplinas acuáticas.
El regreso de Guevara ha reavivado el debate sobre su gestión al frente de la Conade, una administración que ha sido marcada por recurrentes acusaciones de corrupción y múltiples quejas de los atletas. Varios deportistas, particularmente aquellos de disciplinas acuáticas, han expresado su descontento por la retirada de becas y apoyos desde principios de año, lo que ha llevado a algunos a recurrir a vías legales para recuperar los recursos que, según la ley, les corresponden.
Con el término de su mandato acercándose, el viaje de Ana Gabriela Guevara a París y las controversias que lo rodearon han puesto una vez más en el centro de la discusión la gestión de los recursos públicos en el deporte mexicano, dejando en el aire preguntas sobre la equidad y la transparencia en el uso de los mismos.