Nuevas filtraciones implican a Gonzalo López Beltrán en contratos relacionados con la construcción del Tren Transístmico, repitiendo un esquema de tráfico de influencias y negocios privilegiados similar al del Tren Maya.
El hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Gonzalo “Bobby” López Beltrán, vuelve a ser el centro de atención tras revelaciones presentadas por el periodista Carlos Loret de Mola en el medio Latinus. Según el reportaje realizado por Diana Igareda, Julio Astorga y Montserrat Peralta, Bobby habría intervenido en los jugosos negocios detrás de la construcción del Tren Transístmico, un proyecto clave para el actual gobierno mexicano que pretende conectar el Golfo de México con el océano Pacífico.
En la investigación periodística, se expone que López Beltrán facilitó contratos para sus amigos cercanos, repitiendo el mismo esquema de amiguismo que ya se había denunciado en el caso del Tren Maya. Entre los principales beneficiados se encuentra Amílcar Olán, empresario tabasqueño y amigo íntimo de Bobby, quien habría recibido instrucciones directas del hijo del presidente para supervisar y distribuir los contratos relacionados con la explotación de minas, la producción y venta de balasto, y la rehabilitación de vías férreas.
Contratos millonarios y vínculos cercanos
El Tren Transístmico es uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de López Obrador, y en este contexto, los audios obtenidos por Latinus revelan cómo Bobby López Beltrán ejerció una influencia significativa en los negocios. Los materiales filtrados indican que, con el aval de su padre, facilitó que sus allegados tuvieran acceso a contratos millonarios. Entre estos se incluyen la explotación de bancos de materiales y la gestión del balasto, material clave para la infraestructura ferroviaria.
Amílcar Olán, según los audios, asegura que fue Bobby quien lo introdujo en estos negocios, repitiendo el mismo patrón que en el Tren Maya, donde también consiguió contratos multimillonarios. En ese proyecto, Olán se convirtió en uno de los principales proveedores de balasto, consolidando su fortuna.
En una conversación grabada, Olán menciona que gracias a Bobby pudo conectarse con figuras clave como el capitán de navío Alan Tarsicio Cruz Saba, director general del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec. Cruz Saba, cercano al proyecto del Corredor Interoceánico, habría facilitado la continuidad de los negocios de Olán.
Negocios sin cobrar, según AMLO
El presidente López Obrador reconoció públicamente en una conferencia de prensa que su hijo Bobby participó en el proyecto del corredor interoceánico, pero aseguró que lo hizo de manera honorífica y sin recibir remuneración alguna. Sin embargo, las filtraciones reveladas por Latinus contradicen esta versión, sugiriendo que el hijo del mandatario tuvo un rol mucho más activo en la supervisión de contratos y negocios.
La polémica alrededor de Bobby López Beltrán no es nueva. Ya en el pasado, su nombre había aparecido en reportajes relacionados con el Tren Maya, otro proyecto insignia de la administración de López Obrador. En ese caso, también se denunció que Bobby habría facilitado negocios para su amigo Amílcar Olán, quien se posicionó como proveedor privilegiado, obteniendo contratos lucrativos.
La maquinaria detrás de Olán
Olán, un joven tabasqueño que pasó de ser desconocido a millonario en un corto periodo de tiempo, confesó en los audios filtrados que sus empresas y prestanombres se han convertido en “la trituradora de piedra más grande de México” gracias al apoyo directo de Bobby López Beltrán. Este respaldo le permitió controlar la producción, transporte y venta de balasto, elemento esencial para la construcción tanto del Tren Maya como del Transístmico.
Las similitudes entre los esquemas de negocios en ambos proyectos han alimentado las críticas sobre un posible tráfico de influencias dentro del círculo cercano al presidente. Las revelaciones han generado un debate intenso sobre la transparencia en los contratos públicos y el papel de los familiares de AMLO en proyectos multimillonarios.
Escándalos familiares recurrentes
Este nuevo escándalo se suma a una serie de señalamientos contra los hijos de AMLO. Mientras que José Ramón López Beltrán fue duramente criticado por el caso de la “Casa Gris” en Texas, y Andrés López Beltrán (“Andy”) por su presunta influencia dentro del partido Morena, Bobby ha mantenido un perfil más discreto, pero no por ello exento de controversia.
El caso del Tren Transístmico pone nuevamente en el ojo público las relaciones empresariales entre los familiares del presidente y los proyectos más emblemáticos de su administración, levantando preguntas sobre la falta de controles en la adjudicación de contratos públicos y la ética en la gestión de los recursos del Estado.
Este reportaje refuerza la percepción de que las influencias políticas siguen desempeñando un papel crucial en la asignación de contratos en México, sobre todo cuando se trata de megaproyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico.