Detalles de la invitación revelan lujos y desatan cuestionamientos en redes sociales.
Una invitación digital enviada a poco más de 70 personas ha encendido la polémica en torno al uso del Museo Nacional de Arte (MUNAL) para la boda del exfuncionario Martín Alonso Borrego Llorente y el diplomático Ionut Marian Vâlcu. La celebración, disfrazada de evento diplomático, incluyó detalles que han generado indignación pública, como la solicitud de regalos a través de una cuenta bancaria en euros.
El periodista Claudio Ochoa Huerta dio a conocer fotografías de la invitación, en la que se especifica la realización de un “cóctel en el salón de recepciones del MUNAL” el pasado 4 de octubre, bajo el pretexto de conmemorar los 89 años de relaciones diplomáticas entre México y Rumania. Sin embargo, los detalles del evento dejaron poco espacio para dudas sobre su carácter privado y festivo.
Invitaciones llenas de lujos y solicitudes inusuales
La invitación incluía el nombre de los novios, Martín Alonso Borrego e Ionut Marian Vâlcu, junto con instrucciones precisas: un código de vestimenta formal, una mesa de regalos en El Palacio de Hierro y un número de cuenta bancaria en euros de un banco rumano para depósitos. Estas especificaciones fueron rápidamente criticadas en redes sociales, donde usuarios señalaron que un evento diplomático oficial jamás incluiría tales peticiones.
“Todavía que usaron el MUNAL, piden depósitos en euros. Esto no tiene justificación alguna,” comentó un usuario en X, antes Twitter. Otro escribió: “Gran boda del bienestar. Todo un ejemplo de austeridad.”
Entre los invitados figuraban diplomáticos, funcionarios públicos y personas del círculo cercano a los novios, incluido presuntamente Luis Felipe Calderón Zavala, quien también expresó su inconformidad en redes al calificar a Borrego como un “frívolo descarado.”
Reacciones y postura oficial
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) declaró que la autorización para el evento fue concedida bajo la presunción de que se trataba de un acto diplomático. Sin embargo, tras conocerse los verdaderos motivos de la reunión, el organismo negó haber sido informado sobre el carácter privado de la celebración.
Por su parte, Alicia Bárcena, titular de la Semarnat y exjefa de Borrego, aseguró que no tuvo conocimiento ni aprobó la solicitud del uso del recinto cultural. Subrayó que el entonces jefe de su Oficina presentó la petición utilizando un correo institucional, lo cual consideró inapropiado.
Ante la presión mediática, Martín Borrego presentó su renuncia a la Semarnat el pasado 9 de diciembre. En su carta, reconoció que, aunque el evento fue cubierto con recursos propios, fue incorrecto usar canales oficiales para solicitar el espacio.
Una boda que deja interrogantes
El caso ha puesto nuevamente bajo la lupa el uso de espacios públicos para fines privados y el abuso de autoridad de algunos funcionarios. Mientras tanto, las imágenes de la invitación y la cuenta en euros siguen siendo el centro de la controversia en redes sociales.