¿Sabías que la Pirámide de Chichén Itzá tiene 365 escalones, uno por cada día del año?

Un calendario en piedra que asombra al mundo

La Pirámide de Kukulkán, ubicada en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el estado mexicano de Yucatán, es una de las estructuras más emblemáticas del mundo prehispánico. Más allá de su imponente arquitectura, este templo esconde un impresionante simbolismo astronómico: sus cuatro escalinatas suman un total de 365 escalones, exactamente la misma cantidad de días que tiene un año solar.

Este diseño no es casualidad. La civilización maya, reconocida por su avanzado conocimiento astronómico y matemático, construyó esta pirámide con el propósito de reflejar el paso del tiempo. Durante los equinoccios de primavera y otoño, un fenómeno de luz y sombra hace que parezca que la serpiente emplumada, Kukulkán, desciende por la escalinata norte, un espectáculo que cada año atrae a miles de visitantes.

Además de su función ceremonial y su relación con el calendario maya, la Pirámide de Kukulkán es un testimonio de la precisión con la que los mayas comprendían los ciclos del sol. Su estructura, alineada con los astros, demuestra que esta civilización poseía un conocimiento avanzado de los solsticios y equinoccios, integrando sus creencias religiosas con la observación científica del cielo.

Hoy en día, Chichén Itzá es considerada una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este sitio sigue fascinando tanto a historiadores como a turistas, quienes quedan maravillados con la precisión matemática y astronómica que encierra esta milenaria construcción.