La actriz de “El padrino” y “Annie Hall” falleció a los 79 años, dejando un legado imborrable en Hollywood.
La actriz Diane Keaton, una de las intérpretes más queridas y carismáticas del cine estadounidense, falleció a los 79 años en su casa de California. La familia confirmó la noticia y pidió respeto y privacidad en este momento de duelo, sin ofrecer detalles sobre las causas de su fallecimiento.
Una carrera marcada por el talento y la autenticidad
La actriz Diane Keaton se convirtió en un ícono del séptimo arte gracias a una trayectoria que abarcó más de cinco décadas. Su salto a la fama llegó en 1972 con su papel de Kay Adams, la novia y luego esposa de Michael Corleone en El padrino, dirigida por Francis Ford Coppola. Su naturalidad y profundidad emocional marcaron una diferencia en una época dominada por grandes nombres masculinos de Hollywood.
En 1977, alcanzó la cúspide de su carrera al ganar el Óscar a Mejor Actriz por Annie Hall, de Woody Allen. La película no solo la consagró como una artista excepcional, sino que también convirtió su estilo personal —chalecos, corbatas y sombreros— en una tendencia que trascendió generaciones.
A lo largo de su carrera, Diane Keaton participó en producciones memorables como Looking for Mr. Goodbar (1977), Reds (1981), Marvin’s Room (1996) y Something’s Gotta Give (2003), esta última le valió otra nominación al Óscar. También brilló en comedias populares como El padre de la novia, El club de las primeras esposas y Baby Boom.
De Los Ángeles a Broadway: los orígenes de una estrella
Nacida el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles, Diane Keaton fue la mayor de cuatro hermanos. Su padre era ingeniero civil y su madre, ama de casa, tenía inclinaciones artísticas que influirían en su hija. Desde joven mostró interés por el teatro, estudiando drama antes de mudarse a Nueva York para probar suerte en Broadway.
En 1968 fue elegida suplente en la producción Hair, donde destacó por su decisión de no participar en una escena grupal de desnudo. Un año después, Woody Allen la eligió para coprotagonizar la comedia Play It Again, Sam, iniciando una larga colaboración artística y una relación personal que marcaría ambos destinos.
Su gran oportunidad en el cine llegó cuando Francis Ford Coppola le ofreció el papel de Kay Adams en El padrino. Años más tarde, Keaton recordó ese momento como un gesto de confianza que cambió su vida.
Something’s Gotta Give (2003)
Más allá de la actuación: directora, escritora y madre
Además de su carrera como intérprete, Diane Keaton se destacó como directora, fotógrafa y escritora. Dirigió películas como Unstrung Heroes (1995) y Hanging Up (2000), además de episodios de series como China Beach y Twin Peaks.
Publicó tres libros de memorias: Then Again (2011), Let’s Just Say It Wasn’t Pretty (2015) y Brother and Sister (2020), donde exploró su vida personal y profesional con la franqueza que la caracterizaba.
En 2017, recibió el Premio a la Trayectoria del American Film Institute, entregado por su amigo Woody Allen. En lugar de un discurso, interpretó la canción Seems Like Old Times, la misma que había cantado en Annie Hall, en un gesto que resumió su amor por el arte y su estilo único.
En su vida personal, Diane Keaton mantuvo relaciones con figuras como Woody Allen, Al Pacino y Warren Beatty, pero nunca contrajo matrimonio. “Me alegra no haberlo hecho. Soy una excéntrica”, dijo en 2019. En los años noventa decidió adoptar a sus dos hijos, Dexter y Duke, formando una familia como madre soltera.
Comprometida también con causas sociales, Keaton fue defensora del bienestar animal y colaboró con el Helen Woodward Animal Center en campañas de adopción. Gracias a su participación, más de 313,000 animales encontraron hogar en un solo año.
La partida de Diane Keaton deja un vacío profundo en el cine y en la memoria colectiva. Su autenticidad, su sentido del humor y su capacidad para reinventarse la convirtieron en una figura irrepetible de Hollywood.
Diane Hall Keaton (5 de enero de 1946-11 de octubre de 2025)
