AMBASSADEURS de Enrique Muñoz, Lunes 22 de enero de 2024

LA MARQUESA: SEVERA LECCIÓN CIUDADANA FRENTE A LA INDIFERENCIA DE LA AUTORIDAD

Abusaron una y otra vez del turismo que ingenuamente los visitaba, sobre todo los fines de semana. A los visitantes les cobraban por estacionarse, por usar sus pestilentes y destartalados baños carentes de agua, jabón, papel higiénico o toallas de papel. Sus platillos eran de ínfima calidad, preparados bajo condiciones de nula higiene precisamente por carecer de agua corriente en su preparación.

Los precios impuestos arbitrariamente parecían de restaurantes de lujo y las cuentas eran infladas para atracar a comensales incautos o que en grupo se les dificultaba revisar uno por uno los platillos y bebidas consumidas. La venta de alcohol a menores de edad era lo de todos los días y a todas horas, el atraco venía después.


Sin embargo, la gota que derramó el vaso de los abusos impunes en la zona de La Marquesa, en el Estado de México, fue la golpiza que un grupo de comuneros dio a cuatro turistas de la Ciudad de México, dos parejas que osaron cuestionar un cobro a lo chino y la negativa a recibir su cambio. El tema no es nuevo. Desde hace muchos años este reportero documentó la golpiza que los lugareños le dieron a un grupo de familias que, en un autobús rentado, fueron a visitar el lugar donde en bola, con palos y piedras atacaron lo mismo a hombres que a mujeres y niños.

Hoy, un grupo de comerciantes de la zona sale a los medios a decir que no fueron ellos, que fueron los del Valle del Silencio, como si ello fuera una atenuante. Piden a los turistas que regresen porque sus ingresos se han visto severamente comprometidos, pero no señalan con nombres y apellidos a los agresores y mientras las autoridades callan y apuestan al olvido, el tema parece no tener pronto remedio.

Veo en redes la indignación de muchos que no están dispuestos a regresar a La Marquesa a ser víctimas del abuso y la violencia contra sus familias, y no es para menos. Si el gobierno mexiquense no actúa, el temor de los turistas y su ausencia servirán de escarmiento para los cobardes que están matando la gallina de los huevos de oro.

No falta quien asegura que detrás de los agresores está La Familia Michoacana pero, más allá de especulaciones, lo que es seguro es que la confianza y el regreso de los visitantes tardará mucho en recuperarse. Lástima por aquellas familias que de ahí vivían de manera honesta, los cobardes y montoneros agresores se las llevaron entre las patas. Después de la agria experiencia de La Marquesa, comerciantes de Topilejo y Tres Marías deberán pensar que sus abusos y atracos también los están poniendo en el ojo de quienes no están dispuestos a seguir siendo los que pagan los platos rotos.

Y es que como se ha visto hasta el cansancio, de las autoridades no puede esperarse nada, ellos están en lo suyo, en la grilla electoral y en sus batallas por el poder.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *