El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó contundentemente las acusaciones de violencia política de género tras la reciente resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). En su conferencia matutina, el mandatario federal aseguró que no existen pruebas que demuestren que haya ofendido a Xóchitl Gálvez Ruiz, excandidata presidencial.
López Obrador reiteró su postura de no insultar a nadie, menos a una mujer, y recordó un incidente anterior en el cual, según él, sus palabras fueron tergiversadas por un consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) cuando Gálvez presentó una queja en su contra.
“Yo no ofendí a la señora Xóchitl, no hay prueba de eso, no lo hago por principios, no ofendo a nadie, menos a una mujer, no sé de dónde salió eso. Me consta de que en una ocasión en el Instituto Electoral tergiversaron, una consejera del bloque conservador, se atrevió a cambiar mis palabras, incluso la sancionaron en el mismo Instituto Electoral, un funcionario, sí, pero nunca he ofendido a la señora. No sé de dónde salió eso”, expresó López Obrador.
La resolución del TEPJF señala que en al menos 11 conferencias matutinas —las del 3, 5, 10, 11 y 14 de julio, así como el 3, 7 y 18 de agosto de 2023—, el presidente incurrió en violencia política de género contra Gálvez. Durante la discusión del proyecto la semana pasada, el tribunal concluyó que López Obrador hizo declaraciones que menospreciaban la candidatura de Gálvez, sugiriendo que fue seleccionada por un grupo con poder político para utilizar su imagen como mujer de pueblo con el fin de ganar simpatías electorales.
Aunque se reconoció la responsabilidad del presidente en este tipo de infracciones, no se dictaron medidas de reparación integral, ni la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género, debido a que, por su cargo, no puede ser sancionado de manera electoral.
Esta controversia sigue marcando el tenso ambiente político en México, especialmente en un contexto donde las acusaciones de violencia política de género han tomado mayor relevancia en el debate público.