En un dramático suceso que ha sacudido la tranquilidad de Acapulco, Guerrero, el director de la Policía Vial del puerto, Eduardo Chávez Manzanares, fue brutalmente asesinado en un ataque armado perpetrado por un comando este jueves por la mañana. El crimen tuvo lugar cuando Chávez salía de su domicilio, ubicado en el complejo habitacional del Infonavit Alta Progreso.
Según reportes de medios locales, los agresores, quienes se desplazaban en una motocicleta y un automóvil, llegaron a la calle Paseo de la Cañada, en la colonia Infonavit Alta Progreso, donde abrieron fuego contra el funcionario antes de huir rápidamente de la escena. Los primeros informes sugieren que se realizaron al menos 50 disparos durante el ataque, evidenciando la violencia extrema con la que se ejecutó este crimen.
La patrulla del director Chávez Manzanares, que se encontraba estacionada cerca de su residencia, presentaba impactos de bala, con un total de 18 balazos que destrozaron la carrocería, marcando la ferocidad del ataque.
La noticia del asesinato desató una intensa movilización por parte de las autoridades policiales y servicios de emergencia, quienes llegaron rápidamente al lugar del crimen para asegurar la zona y recabar evidencia. A pesar del despliegue, hasta el momento ninguna persona ha sido detenida en relación con este homicidio, lo que plantea desafíos adicionales para la investigación en curso.
En un comunicado emitido por el Gobierno de Acapulco, se lamentó y condenó enérgicamente el asesinato del director de la Policía Vial del puerto, comprometiéndose a realizar todas las acciones necesarias para esclarecer este crimen y llevar a los responsables ante la justicia. Se informó que se han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer las circunstancias del asesinato y dar con los perpetradores.
Asimismo, el Gobierno municipal anunció que se ha establecido contacto con la familia del funcionario asesinado para brindarles todo el apoyo y acompañamiento necesario en este difícil momento.
El trágico suceso ha generado conmoción en la comunidad de Acapulco y ha puesto de manifiesto una vez más los desafíos de seguridad que enfrenta la región, subrayando la necesidad de redoblar esfuerzos para combatir la violencia y garantizar la protección de todos los ciudadanos.
