La noche del 11 de mayo, la candidata a la alcaldía de Cuauhtémoc por la coalición PRI-PAN-PRD, Alessandra Rojo de la Vega, vivió momentos de terror cuando su camioneta fue objeto de un ataque armado en plena vía pública. Si bien no se reportaron heridos, los impactos de bala dejaron evidentes daños materiales en el vehículo.
Este incidente ha generado una ola de preocupación en medio de la contienda electoral en la Ciudad de México, resaltando los riesgos a los que se enfrentan los candidatos durante este período crítico. Rojo de la Vega, haciendo uso de sus redes sociales, denunció el atentado y aseguró que presentará una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
Las imágenes compartidas en su cuenta de Twitter muestran claramente los impactos de bala en el vehículo, lo que subraya la gravedad del incidente y la necesidad urgente de abordar la violencia política en el país. Esta agresión no solo afecta a la integridad física de los candidatos, sino que también amenaza la estabilidad democrática de la nación.
En medio de la conmoción, diversas figuras políticas han expresado su solidaridad con Rojo de la Vega y han instado a las autoridades a tomar medidas concretas para garantizar la seguridad de los participantes en el proceso electoral. Santiago Taboada, candidato a la Jefatura de Gobierno de la CDMX por la oposición, condenó el ataque y lo calificó como un intento de silenciar a la oposición. Además, Taboada exigió al Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, poner fin a las agresiones que, según él, estarían siendo fomentadas por los gobiernos emanados de MORENA en la capital del país.
Sin embargo, hasta el momento, las autoridades capitalinas no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente ni han ofrecido apoyo a Rojo de la Vega. Esta falta de respuesta ha generado aún más incertidumbre entre la población y ha elevado el llamado a tomar acciones concretas para frenar la violencia política.
Este ataque armado no solo representa una amenaza para la candidata Rojo de la Vega, sino que también es un recordatorio sombrío de los desafíos que enfrenta la democracia en México. La seguridad de los candidatos y la integridad del proceso electoral deben ser prioridades indiscutibles en el camino hacia unas elecciones justas y transparentes.
