Biden conmuta penas de 37 condenados a muerte: un paso histórico hacia la justicia federal

La medida deja a casi todos los presos del corredor de la muerte con cadena perpetua sin libertad condicional.

En un acto histórico, el presidente Joe Biden conmuta penas de muerte a 37 presos federales

En una decisión que resalta su oposición a la pena capital, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este lunes la conmutación de las sentencias de 37 de los 40 reclusos en el corredor de la muerte federal. Esta medida, que sustituye las ejecuciones por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, marca un hito en la política de justicia penal del país y contrasta notablemente con la posición de la administración entrante liderada por Donald Trump.

“He dedicado mi carrera a reducir los crímenes violentos y garantizar un sistema de justicia justo y eficaz. Estas conmutaciones son coherentes con la moratoria que mi Administración ha impuesto a las ejecuciones federales, salvo en casos de terrorismo y asesinatos en masa motivados por el odio”, declaró Biden en un comunicado oficial. Con esta decisión, Biden busca cimentar su compromiso contra la pena de muerte, reafirmado desde su campaña presidencial en 2020.

Detalles de la medida

La medida afecta a condenados por diversos crímenes graves, incluidos homicidios de policías, militares y civiles en jurisdicción federal, así como asesinatos cometidos durante atracos a bancos y otros delitos graves. Sin embargo, tres condenados permanecen en el corredor de la muerte, incluidos Dylann Roof, autor de la matanza racista en Charleston en 2015, y Dzhokhar Tsarnaev, responsable del atentado del maratón de Boston en 2013. Estas excepciones obedecen a las cláusulas de la moratoria, que excluye crímenes de terrorismo y odio masivo.

La conmutación se produce en un contexto de presión de organizaciones defensoras de los derechos humanos y grupos sociales, quienes han señalado el carácter racista y discriminatorio de la pena de muerte en Estados Unidos. Martin Luther King III elogió la decisión de Biden, calificándola como “un acto sin precedentes que aborda la raíz histórica de la injusticia racial en el sistema penal”.

Contraste con la postura de Trump

La decisión llega apenas semanas antes de que Donald Trump, conocido defensor de la pena de muerte, asuma nuevamente el cargo. Durante su primer mandato, Trump supervisó 13 ejecuciones federales, más que cualquier otro presidente en la era moderna, y ha prometido ampliar su uso en su nueva administración, incluyendo la pena capital para narcotraficantes. En contraste, Biden ha defendido un enfoque basado en la rehabilitación y la reducción de daños.

“No se equivoquen: condeno a estos asesinos, me duelen las víctimas de sus actos despreciables y todas las familias que han sufrido pérdidas irreparables. Pero, como presidente y persona de fe, estoy convencido de que debemos detener el uso de la pena de muerte a nivel federal”, enfatizó Biden.

Un acto de fe y justicia

El anuncio ocurre pocos días después de que Biden concediera un indulto a su hijo Hunter Biden y conmutara penas a 1,500 personas encarceladas por delitos no violentos durante la pandemia de COVID-19. Su decisión de conmutar las penas de muerte coincide también con una próxima visita al Vaticano, donde se reunirá con el Papa Francisco, un abierto crítico de la pena capital.

El exagente Donnie Oliverio, cuyo compañero fue asesinado por uno de los hombres ahora condenados a cadena perpetua, expresó su apoyo a la medida: “La ejecución no me habría traído paz. El presidente ha hecho aquí lo que es correcto y coherente con nuestra fe”.

Con esta acción, Biden busca no solo reducir el impacto de la pena de muerte en Estados Unidos, sino también proteger el sistema de justicia federal de una eventual expansión bajo futuras administraciones.