La presidenta electa asegura que ni su esposo ni sus hijos tendrán cargos en su administración; busca dar continuidad al principio de austeridad del gobierno de López Obrador.
En una conferencia de prensa muy esperada, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aclaró uno de los temas más discutidos desde su victoria en las elecciones del pasado 2 de junio: su futura residencia oficial. Sheinbaum confirmó que, una vez que asuma el cargo, se mudará a Palacio Nacional, siguiendo el precedente que marcó el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. En su declaración, dejó claro que no planea volver a ocupar la Residencia Oficial de Los Pinos ni vivir en el Castillo de Chapultepec, dos de las ubicaciones históricamente utilizadas por presidentes anteriores.
Durante el encuentro con los medios, Sheinbaum Pardo explicó que la decisión responde a un compromiso con la austeridad y la cercanía con el pueblo mexicano. Al respecto, comentó: “El gobernante debe vivir en la justa medianía, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, una frase que ya había pronunciado en eventos previos, reafirmando su voluntad de continuar con los principios de la Cuarta Transformación.
Un nuevo hogar en Palacio Nacional
La futura presidenta explicó que en los próximos meses comenzará el proceso de mudanza desde su actual departamento en la alcaldía Tlalpan hasta Palacio Nacional, probablemente al mismo departamento que hoy ocupa el presidente López Obrador. Aunque aún no conoce personalmente el interior del departamento, detalló que espera mudarse a finales de diciembre, luego de que el actual mandatario y su familia desalojen el espacio.
“Voy a darle espacio al presidente y su familia. Ellos estarán ahí no sé si hasta el 1 (de octubre) o la noche del 30 (de septiembre). Por el momento, seguiré viviendo en el departamento que rento en Tlalpan, pero ya avisé al dueño que lo dejaremos en diciembre”, explicó Sheinbaum.
La mandataria también mencionó que todavía no ha decidido en qué parte de Palacio Nacional realizará sus conferencias matutinas, un sello característico de la presidencia de López Obrador. “Ya me tendrá que ayudar el equipo a definir el lugar”, puntualizó, haciendo referencia a las conferencias que se celebran cada mañana a las 7:00 horas.
Sin cargos para su familia
Otro tema importante que abordó la presidenta electa fue el rol que desempeñará su familia durante su administración. Sheinbaum Pardo aseguró que, aunque vivirá en Palacio Nacional con su esposo, Jesús María Tarriba Unger, ni él ni sus hijos estarán involucrados en su gobierno.
“Mi esposo no participará en el gobierno. Él trabaja en el Banco de México, en un área de riesgo e investigación desde hace varios años, y seguirá trabajando ahí. No se encargará de nada relacionado con el gobierno, así lo ha decidido. Su apoyo será únicamente en el ámbito familiar y en eventos públicos,” detalló.
También subrayó que sus hijos, una filósofa y un artista, no tendrán ninguna participación política en su administración: “Mis hijos no participan en política. Una de mis hijas es filósofa y mi hijo es artista. Ellos continuarán con sus respectivas carreras”, agregó.
Esta aclaración resulta especialmente relevante en un contexto en el que se ha discutido la posibilidad de que familiares de figuras políticas asuman cargos de poder. Las declaraciones de Sheinbaum contrastan con los recientes comentarios de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente López Obrador, quien ha manifestado su interés en contender por un cargo dentro del partido Morena.
Compromiso con la austeridad y la continuidad
La decisión de Sheinbaum de residir en Palacio Nacional representa una clara continuidad con el estilo de gobierno que ha impulsado Andrés Manuel López Obrador durante su mandato. Desde el inicio de su gestión, el presidente ha promovido una política de austeridad y cercanía con el pueblo, alejándose de las ostentosas residencias oficiales que caracterizaron a los mandatarios del llamado periodo neoliberal.
El uso de Los Pinos como residencia oficial fue descartado por López Obrador al inicio de su mandato en 2018, cuando convirtió el emblemático inmueble en un espacio cultural abierto al público. La decisión de Sheinbaum de no retornar a esa residencia subraya su compromiso con mantener la austeridad como un eje central de su gobierno.
De igual forma, Sheinbaum bromeó sobre las especulaciones que han surgido respecto a su posible estancia en el Castillo de Chapultepec, afirmando entre risas: “No regresaría a vivir a Los Pinos, evidentemente, y no viviría en el Castillo de Chapultepec”, en referencia a quienes la han apodado irónicamente como ‘Claudia Carlota, reina de México’.
Con estas decisiones, Sheinbaum Pardo deja claro su deseo de mantener la línea trazada por su predecesor, tanto en términos de vida personal como en su política pública. La presidenta electa ha reiterado que su mandato buscará honrar los principios de la Cuarta Transformación, poniendo énfasis en la austeridad, la transparencia y la proximidad con la ciudadanía.