La osteoporosis afecta a millones de personas mayores. Expertos destacan la importancia de una dieta rica en calcio, la vitamina D y el ejercicio para fortalecer los huesos y evitar fracturas graves.
La salud ósea es un pilar fundamental en la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. Mantener huesos fuertes es esencial para evitar problemas graves como la osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la pérdida de densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. La osteoporosis afecta principalmente a personas mayores, especialmente mujeres postmenopáusicas, y es una de las principales causas de discapacidad en adultos mayores debido a la fragilidad de los huesos.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad progresiva que debilita los huesos, haciéndolos más porosos y susceptibles a fracturas. A menudo, se la conoce como una “enfermedad silenciosa” porque generalmente no presenta síntomas hasta que se produce una fractura, típicamente en la cadera, la muñeca o la columna vertebral. Estas fracturas pueden tener graves consecuencias, incluyendo movilidad limitada, dolor crónico e incluso pérdida de independencia.
Según la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF, por sus siglas en inglés), más de 200 millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad, y se estima que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la osteoporosis en algún momento de su vida. Dada la prevalencia de esta afección, la prevención se convierte en un tema clave para mantener la calidad de vida en la vejez.
Factores de riesgo y diagnóstico
El riesgo de desarrollar osteoporosis aumenta con la edad, especialmente en mujeres tras la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógenos, una hormona que protege la densidad ósea. Sin embargo, también hay otros factores de riesgo, como la historia familiar, una dieta baja en calcio, la falta de ejercicio, el consumo de alcohol y tabaco, y la deficiencia de vitamina D.
El diagnóstico de la osteoporosis generalmente se realiza mediante una prueba de densitometría ósea, que mide la cantidad de minerales en los huesos. Es importante que las personas mayores de 50 años, y en especial las mujeres postmenopáusicas, se realicen esta prueba si presentan factores de riesgo o si ya han sufrido una fractura.
Estrategias para la prevención
La buena noticia es que existen varias medidas efectivas para prevenir la osteoporosis y mantener la salud ósea a lo largo de la vida. Los expertos señalan tres pilares fundamentales: una dieta rica en calcio y vitamina D, la práctica regular de ejercicio y la prevención de caídas.
- Dieta rica en calcio y vitamina D: El calcio es el mineral más importante para la salud ósea, y su ingesta adecuada es esencial desde la infancia hasta la vejez. Los adultos mayores deben asegurarse de consumir al menos 1,200 mg de calcio al día. Las fuentes más ricas en calcio incluyen los productos lácteos (leche, queso, yogur), las verduras de hojas verdes como la espinaca y el brócoli, y alimentos fortificados como el jugo de naranja y los cereales.
Por su parte, la vitamina D es crucial para la absorción de calcio. Se obtiene de la exposición al sol y a través de alimentos como los pescados grasos (salmón, atún), los huevos y los productos fortificados. En personas con deficiencia de vitamina D, los suplementos pueden ser necesarios. - Ejercicio físico: El ejercicio, especialmente las actividades que cargan peso y fortalecen los músculos, es esencial para mantener los huesos fuertes. Los ejercicios de resistencia, como caminar, trotar o levantar pesas, pueden mejorar la densidad ósea. Además, el ejercicio ayuda a mejorar el equilibrio y la coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas, una causa común de fracturas en personas con osteoporosis.
- Prevención de caídas: Las caídas son una de las principales causas de fracturas en personas con osteoporosis. Es fundamental que los hogares de los adultos mayores sean seguros, eliminando obstáculos que puedan provocar caídas, mejorando la iluminación y asegurándose de que los suelos no sean resbaladizos. Además, el uso de calzado adecuado y la realización de ejercicios que mejoren el equilibrio pueden ser medidas muy efectivas.
Tratamiento de la osteoporosis
En los casos en que la osteoporosis ya ha sido diagnosticada, el tratamiento suele incluir medicamentos que ayudan a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas. Entre ellos se encuentran los bisfosfonatos, que ralentizan la pérdida ósea, y las terapias hormonales, especialmente en mujeres postmenopáusicas. También existen nuevos tratamientos, como los anticuerpos monoclonales, que han mostrado resultados prometedores en la reconstrucción ósea.
Además de la medicación, los especialistas recomiendan un enfoque integral que incluya la adopción de hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio y el control de otros factores de riesgo como el tabaquismo y el consumo de alcohol.
El impacto social y económico
La osteoporosis no solo afecta la calidad de vida de los individuos, sino que también tiene un impacto considerable en los sistemas de salud. Las fracturas relacionadas con esta enfermedad generan costos médicos elevados, tanto para el tratamiento como para la rehabilitación. Según la IOF, el costo global asociado con las fracturas por osteoporosis supera los 17.9 mil millones de dólares anuales, y se espera que esta cifra aumente a medida que la población envejezca.
La prevención de la osteoporosis y el mantenimiento de la salud ósea son fundamentales para garantizar una vida activa y saludable en la vejez. A través de una combinación de alimentación adecuada, ejercicio físico regular y la adopción de medidas preventivas, es posible reducir significativamente el riesgo de fracturas y mejorar la calidad de vida. Mantenerse informado y tomar medidas desde una edad temprana puede marcar una gran diferencia en la salud ósea a largo plazo.