La Comisión Ambiental de la Megalópolis emite recomendaciones ante condiciones climáticas desfavorables.

En un anuncio que confirma las preocupaciones ambientales en la Ciudad de México y el Estado de México, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) ha declarado que la Fase 1 de Contingencia Ambiental seguirá en vigor. La decisión se basa en la persistencia de altos niveles de ozono en el aire, una situación que ha generado inquietud entre los residentes y las autoridades.
Desde las 10:00 horas de este miércoles 1 de mayo, el organismo emitió un comunicado destacando la necesidad de mantener restricciones en la circulación vehicular y de limitar las actividades al aire libre. Esta medida, aunque indispensable para mitigar los efectos nocivos para la salud, representa un desafío para la cotidianidad de millones de personas en la región.
Las condiciones climáticas actuales no favorecen la dispersión de los contaminantes. Un ambiente seco, un cielo despejado con intensa radiación solar y la ausencia de viento contribuyen a la acumulación de ozono en la atmósfera. Estos factores, combinados con la contaminación vehicular y las emisiones industriales, plantean una amenaza seria para la calidad del aire y la salud pública.
Según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que las temperaturas máximas oscilen entre 29 y 31 grados Celsius en el Valle de México. Esta situación agrega un factor adicional de preocupación, ya que el calor puede exacerbar los efectos negativos de la contaminación atmosférica.
Ante esta situación, la población ha sido instada a mantenerse informada sobre la calidad del aire y a evitar realizar actividades al aire libre, especialmente entre las 13:00 y las 19:00 horas, cuando los niveles de ozono alcanzan su punto máximo. Se han recomendado medidas adicionales, como reducir el uso de vehículos particulares y utilizar el transporte público siempre que sea posible.
Las autoridades sanitarias han advertido sobre los riesgos para la salud asociados con la exposición prolongada a altos niveles de ozono. Los efectos pueden variar desde irritación en los ojos y el tracto respiratorio hasta problemas respiratorios más graves, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias preexistentes.
En conclusión, la persistencia de la Contingencia Ambiental en la Ciudad de México y el Estado de México subraya la urgencia de abordar los desafíos ambientales en la región. Se requiere una acción coordinada entre el gobierno, la industria y la sociedad civil para mitigar los efectos de la contaminación atmosférica y proteger la salud y el bienestar de la población.