El condado enfrenta una emergencia sin precedentes mientras arden más de 6.500 hectáreas.
En una alarmante muestra de la vulnerabilidad frente a desastres naturales, cinco incendios forestales han devastado cerca de 6.500 hectáreas en el condado de Los Ángeles, forzando al límite la capacidad operativa de los equipos de emergencia. Anthony C. Marrone, jefe del Departamento de Bomberos del condado, admitió durante una conferencia de prensa que el sistema actual no está preparado para una crisis de esta magnitud.
“La magnitud de esta crisis ha superado los recursos disponibles”, afirmó Marrone, quien explicó que su departamento está capacitado para manejar uno o dos incendios grandes simultáneamente, pero no los cuatro que actualmente se expanden fuera de control, intensificados por vientos sostenidos y la extrema sequedad del terreno.
Los incendios, bautizados como Palisades Fire, Eaton Fire, Hurst Fire, Woodley Fire y Sunset Fire, avanzan sin contención, desbordando los recursos aéreos y terrestres del condado, que cuenta con solo 13 aeronaves, incluidas dos super scoopers con capacidad de recolectar más de 100.000 galones de agua.
Un desafío alimentado por el cambio climático y la expansión urbana
Expertos coinciden con las declaraciones de Marrone, señalando al cambio climático como un catalizador principal. Joshua Lee Pulsipher, de la Universidad de Waterloo, explicó que las altas temperaturas, los vientos y la prolongada sequía han creado un “evento raro de alto impacto” que desafía incluso a los sistemas mejor preparados.
Travis Longcore, del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de UCLA, destacó la dificultad de combatir incendios en áreas donde factores climáticos y topográficos convierten la lucha en una tarea casi imposible. “El extremismo de este evento deja claro que enfrentamos escenarios prácticamente inmanejables”, comentó Longcore.
Respuesta estatal e internacional
Ante la urgencia, la Casa Blanca ha movilizado recursos adicionales, incluyendo cuatro aviones cisterna de gran capacidad, 10 helicópteros y camiones de bomberos. Canadá, a través de su ministro de Seguridad Pública François Bonnardel, ha enviado dos super scoopers adicionales y personal especializado para apoyar las labores en terreno.
Marrone subrayó que la coordinación interjurisdiccional será clave para mitigar este tipo de emergencias en el futuro. Sin embargo, hizo un llamado a reconsiderar políticas de prevención, incluyendo un enfoque integral que contemple estrategias de mitigación a largo plazo y una inversión significativa en personal y equipos.
“La frecuencia y magnitud de estos incendios seguirán creciendo”, advirtió Marrone. “Es esencial que repensemos cómo enfrentamos estos desafíos antes de que sea demasiado tarde”.