La medida excluye alimentos de emergencia y ayuda militar a Israel y Egipto, pero deja dudas sobre Ucrania.
En un giro significativo en la política exterior de Estados Unidos, el Departamento de Estado ordenó el viernes la congelación de nuevos fondos para casi toda la ayuda exterior del país. Esta medida, que exceptúa programas de alimentos de emergencia y la asistencia militar a Israel y Egipto, amenaza con detener proyectos vitales que incluyen salud, educación, capacitación laboral y lucha contra la corrupción en todo el mundo.
La decisión se produce tras una orden ejecutiva firmada el lunes por el presidente Donald Trump, marcando un paso adelante en las promesas republicanas de revisar exhaustivamente los gastos en ayuda exterior. El secretario de Estado, Marco Rubio, instruyó a las embajadas estadounidenses a implementar de inmediato la directiva, detallando que la suspensión busca garantizar que las asignaciones sean “efectivas y estén alineadas con la política exterior” de la administración.
Impacto global de la medida
Estados Unidos, que destinó alrededor de 60.000 millones de dólares en 2023 a asistencia exterior —equivalente al 1% de su presupuesto—, se posiciona como el principal proveedor de ayuda a nivel global. Sin embargo, la orden deja en vilo proyectos cruciales en regiones vulnerables. Según Abby Maxman, directora de Oxfam América, esta decisión podría resultar en “consecuencias de vida o muerte” para niños y familias en lugares donde la ayuda humanitaria es la única línea de sustento.
En Sudán, donde una hambruna ha exacerbado la crisis humanitaria en medio de un conflicto armado, los programas de alimentos de emergencia fueron eximidos del congelamiento. No obstante, los programas de salud y desarrollo en otras áreas críticas corren el riesgo de quedar paralizados.
El portavoz adjunto de Naciones Unidas, Farhan Haq, expresó su esperanza de que los países con capacidad para financiar el desarrollo continúen haciéndolo, aunque reconoció que estas son decisiones soberanas de cada nación.
¿Qué pasa con Ucrania?
La asistencia militar a Israel y Egipto quedó fuera de la medida, pero no se dio claridad sobre el apoyo militar a Ucrania. La administración Biden había reforzado los envíos de armas a Kiev antes de su salida, pero el destino de los 3.850 millones de dólares restantes, aprobados por el Congreso, queda ahora en manos de Trump.
Este punto ha generado inquietud entre aliados internacionales de Estados Unidos, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania, donde el apoyo militar occidental ha sido crucial para contener la ofensiva rusa.
Promesas republicanas y una revisión exhaustiva
El congelamiento generalizado refleja una postura crítica de los republicanos hacia el gasto en ayuda exterior. Brian Mast, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara, prometió una evaluación estricta del presupuesto del Departamento de Estado, priorizando lo que calificó como “gastos estrictamente necesarios”.
En el próximo mes, el Departamento de Estado establecerá estándares para revisar la ayuda exterior, con la expectativa de completar un informe dentro de tres meses. Este informe servirá como base para que Rubio haga recomendaciones al presidente, lo que podría derivar en cambios estructurales significativos en la política de asistencia internacional de EE.UU.
Tensiones y un futuro incierto
La decisión de congelar la ayuda exterior subraya un cambio de paradigma en la política exterior estadounidense, priorizando los intereses nacionales frente a compromisos globales. Sin embargo, también plantea preguntas sobre el impacto en la influencia de Estados Unidos en el escenario internacional, particularmente en un momento de creciente competencia geopolítica con países como China y Rusia.