El sabor de la política: La cena inaugural de Donald Trump como presidente de EE. UU.

Una velada entre tradiciones culinarias y simbolismo político en el Capitolio.

En un evento marcado por el simbolismo y la tradición, el presidente Donald Trump disfrutó este lunes de su primera comida oficial como mandatario de los Estados Unidos en el imponente Statuary Hall del Capitolio, acompañado por legisladores y destacados miembros de su administración. El menú, cuidadosamente seleccionado, celebró los sabores de la gastronomía estadounidense, destacando ingredientes de gran calidad y vinos del país.

El primer plato consistió en un pastel de cangrejo de la bahía de Chesapeake, acompañado de tartar de tomate, una selección de verduras frescas y un delicado aceite de cebollino. Este fue maridado con un Chardonnay de la bodega Veritas Vineyard, originaria de Virginia, en un guiño a los viñedos locales.

El plato principal fue un filete de ternera Angus de Omaha, cocinado al punto y servido junto a una variedad de guarniciones que incluyeron zanahorias, brócoli, gratinado de patatas y una salsa de trufa al vino tinto. El acompañamiento ideal para este plato fue un Cabernet Sauvignon de Mount Veeder, procedente del valle de Napa, en California, una región reconocida por sus vinos de excelencia.

Como broche de oro, los comensales disfrutaron de una terrina helada de manzana, combinada con helado de crema agria y caramelo salado, acompañada por el espumoso Korbel Russian River Valley Natural, proveniente de la región de Sonoma, también en California.

Un marco cargado de simbolismo

El evento no solo destacó por la comida, sino también por su entorno cuidadosamente diseñado. Con manteles azules y motivos florales en las mesas, el salón estuvo presidido por el cuadro American Horizon, una obra de la pintora Jane Wilson (1924-2015), conocida por sus paisajes impresionistas. La elección del cuadro, que evoca los amplios horizontes y las vastas posibilidades de la nación, parecía ser una metáfora visual del nuevo inicio que Trump representaba para muchos.

El almuerzo, al que asistieron congresistas de ambas cámaras —ahora bajo control republicano—, marcó un momento de unidad dentro de la agenda inaugural, dejando entrever el estilo de liderazgo que Trump planea implementar: una mezcla de tradición, pragmatismo y un enfoque en lo local y nacional.

La comida como declaración política

Más allá de su carácter gastronómico, el menú fue una declaración de intenciones. Los ingredientes elegidos y los vinos estadounidenses reforzaron el mensaje de “America First”, uno de los lemas principales de la campaña de Trump. Al promover productos nacionales, la comida inaugural subrayó la importancia de la producción local como parte de la narrativa política del nuevo mandatario.

La cena inaugural es una tradición que combina historia, arte y política, y este evento no fue la excepción. En cada detalle, desde los ingredientes hasta la decoración, se reflejaron los valores que Trump espera proyectar durante su mandato.