La sala de audiencias se convirtió en un escenario cargado de emociones encontradas, donde el influencer Fofo Márquez, conocido por sus videos en redes sociales, fue vinculado a proceso por tentativa de feminicidio. Márquez, detenido el pasado 4 de abril bajo la acusación de agredir a una mujer en Naucalpan, enfrentó un día de intensa comparecencia el 9 y 10 de abril.
Durante la audiencia, que se extendió por varias horas, Márquez hizo una petición peculiar y desesperada a las mujeres presentes en la sala. Entre lágrimas y temor por su seguridad, ofreció dejarse golpear por ellas como un intento desesperado por ganarse la simpatía de la jueza y evitar la prisión. “Mi cabeza tiene precio, temo por mi vida, no quiero morir en la cárcel. Si quieren, me puedo hincar aquí para que todas las mujeres que están en esta sala me pateen”, suplicó.
A pesar de sus intentos por llamar la atención durante la audiencia, se informó que Márquez estuvo llorando constantemente y buscando intervenir sin éxito hasta el final de la sesión. Este comportamiento ha sido objeto de burlas en las redes sociales, donde se ha criticado tanto su firma como su ortografía.
Sin embargo, el verdadero motivo detrás de su actitud se reveló al final de la sesión del 10 de abril. Márquez confesó ante la corte que está siendo amenazado de muerte por otros reclusos en el penal de Barrientos, donde se encuentra recluido. Su abogado, Erick Rauda, afirmó que la defensa desconocía completamente estas amenazas, lo que añadió un nuevo giro a su situación legal.
Aunque no se han especificado los detalles de las amenazas, se ha solicitado a las autoridades penitenciarias que Márquez permanezca aislado para garantizar su seguridad. Esta petición se produce después del hallazgo de una narcomanta junto a una cabeza humana en la que se amenazaba al influencer, lo que ha generado aún más preocupación por su integridad.
La Fiscalía del Estado de México tomó la decisión de vincular a Márquez a proceso por tentativa de feminicidio, basándose en pruebas contundentes y testimonios de testigos presenciales. Se destacó especialmente un video que documenta el momento en que Márquez cesó sus acciones violentas solo después de la intervención de terceros para socorrer a la víctima. Además, se consideró relevante su conocimiento en técnicas de boxeo recreativo, lo que agravó la gravedad de la agresión.
En el Estado de México, el delito de tentativa de feminicidio conlleva penas severas, con una sentencia mínima de 13 años y 4 meses, además de multas considerables. Con la pena máxima alcanzando los 46 años con 8 meses, Márquez enfrenta un futuro legal incierto mientras continúa su proceso judicial.