El legendario cantautor y actor, célebre por éxitos como “Me and Bobby McGee” y películas como A Star Is Born, murió en paz en su hogar en Hawái, rodeado de su familia.
Kris Kristofferson, un influyente cantautor y actor estadounidense, falleció a los 88 años en su casa de Maui, Hawái. La noticia fue confirmada por su portavoz, Ebie McFarland, quien indicó que Kristofferson murió en paz, acompañado por sus seres queridos. La causa de la muerte no fue divulgada.
Nacido en Brownsville, Texas, en 1936, Kristofferson logró convertirse en una de las figuras más influyentes de la música country y el cine de las últimas cinco décadas. Con una carrera que despegó en la década de 1960, sus composiciones, muchas de ellas interpretadas por artistas icónicos, transformaron el género con letras profundas que entrelazaban la soledad, el amor y la condición humana. Entre sus canciones más emblemáticas se encuentran “Sunday Mornin’ Comin’ Down”, “Help Me Make it Through the Night” y “For the Good Times”, pero fue “Me and Bobby McGee” —popularizada por Janis Joplin— la que lo consolidó como un compositor imprescindible.
Su influencia en la música fue tan vasta que artistas como Johnny Cash, Willie Nelson y Ray Price grabaron sus canciones, dotando de inmortalidad a sus letras. En palabras de Nelson, “no hay mejor compositor vivo que Kris Kristofferson”, una afirmación que pronunció durante una ceremonia en 2009 en la que se homenajeaba a Kristofferson por su contribución a la música.
A pesar de que Kristofferson se destacó principalmente en el ámbito musical, su carrera cinematográfica fue igualmente impresionante. Con una presencia en pantalla única, se destacó en películas como Pat Garrett y Billy the Kid y la versión de 1976 de A Star Is Born, donde compartió protagonismo con Barbra Streisand, un papel que le valió un Globo de Oro al Mejor Actor. También fue conocido por su predilección por los westerns y dramas de vaqueros, donde encarnaba personajes de gran carácter y carisma.
Antes de su ascenso en el mundo de la música y el cine, Kristofferson fue boxeador y jugador de fútbol americano durante su juventud. Obtuvo una maestría en inglés en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, y rechazó un puesto de profesor en la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point para perseguir su verdadera pasión: la composición musical. Tras mudarse a Nashville, comenzó a trabajar como conserje en Columbia Records, mientras buscaba abrirse camino en la industria.
Su leyenda personal estuvo siempre rodeada de anécdotas y mitos. Quizás una de las más famosas fue la historia de cómo aterrizó un helicóptero en el jardín de Johnny Cash para entregarle una cinta con su canción “Sunday Mornin’ Comin’ Down”. Aunque Cash solía exagerar la historia, Kristofferson aclaró años después que, aunque efectivamente aterrizó un helicóptero, Cash no estaba en casa y la canción no fue la que lo catapultó al estrellato.
La carrera de Kristofferson se entrelazó también con la vida personal de artistas como Janis Joplin, con quien mantuvo una estrecha relación. La cantante fue quien transformó “Me and Bobby McGee” en un éxito internacional pocos días antes de su trágica muerte en 1970. Su versión de la canción se convirtió en un número uno póstumo en las listas de popularidad, un hito que vinculó eternamente a ambos artistas en la historia de la música.
Además de su carrera en solitario, Kristofferson también formó un popular dúo junto a su segunda esposa, la compositora Rita Coolidge, con quien compartió dos premios Grammy antes de su divorcio en 1980.
La muerte de Kristofferson marca el fin de una era para la música country y el cine estadounidense. Su legado como compositor y actor continuará inspirando a futuras generaciones de artistas, mientras que sus canciones seguirán resonando en los corazones de quienes encontraron en sus letras una voz para sus propias emociones y vivencias.