La intérprete enfrentó con valentía las secuelas de una grave neumonía y una cirugía delicada.
La icónica cantante mexicana Dulce falleció este miércoles 25 de diciembre a los 69 años, luego de enfrentar las complicaciones derivadas de una severa neumonía que marcó sus últimos meses. La intérprete, conocida por éxitos que definieron una época en la música romántica, había sido sometida a una cirugía de decorticación pleuropulmonar, un procedimiento médico de alta complejidad diseñado para retirar tejido fibroso que comprometía uno de sus pulmones.
Aunque el procedimiento le devolvió la capacidad de respirar con normalidad y prometía ser un punto de inflexión positivo, Dulce no logró recuperarse por completo, y su fallecimiento ha dejado a sus seguidores, familiares y colegas consternados.
El camino hacia la intervención
En septiembre, la cantante ingresó al quirófano tras meses de lidiar con complicaciones respiratorias severas. Durante la operación, los especialistas removieron una capa de tejido que comprimía el pulmón, permitiéndole recuperar parte de su funcionalidad.
El procedimiento, aunque exitoso en un primer momento, requirió un largo y cuidadoso proceso de recuperación. Amigos y allegados, como la actriz Angélica Aragón, compartieron mensajes de apoyo durante esos días. “Es una recuperación lenta, pero constante”, aseguró Aragón en su momento, reflejando el optimismo que rodeaba a la cantante y a su círculo cercano.
Silencio y fortaleza
Fiel a su estilo reservado, Dulce y su familia optaron por mantener en privado los detalles de su estado de salud, evitando comparecencias públicas o comunicados extensos. Este enfoque contrastó con la naturaleza altamente expuesta del medio artístico y fue visto por muchos como una decisión para priorizar su bienestar emocional y físico.
En el programa Con Permiso, el periodista Juan José Origel también desmintió rumores sobre enfermedades más graves. “No es cáncer, pero sí requiere de toda su energía para superarlo”, aseguró, tranquilizando en aquel momento a los fanáticos que se preocupaban por la salud de la intérprete.
Una carrera en pausa
Antes de su fallecimiento, Dulce había decidido suspender todos sus compromisos artísticos hasta 2025, enfocándose por completo en su recuperación. Este período fue pensado como un respiro necesario para reconstruirse tanto física como emocionalmente.
Su yerno, Moisés González, destacó la valentía de la cantante: “Ha enfrentado esto con una fortaleza admirable. Aunque los efectos son evidentes, nunca dejó de luchar”.
Un legado imborrable
Con su partida, Dulce deja una huella indeleble en la música y en los corazones de sus seguidores. Su poderosa voz y la emotividad de sus interpretaciones marcaron generaciones, consolidándola como una de las figuras más queridas del espectáculo mexicano.
La noticia de su muerte ha generado un torrente de mensajes de cariño y despedida en redes sociales, donde colegas y fanáticos han expresado su admiración y tristeza.