
En la mañana del pasado martes, un trágico suceso conmocionó a la comunidad de Iztacalco, Ciudad de México, cuando María José, una joven de 17 años, fue víctima de feminicidio en su propio hogar. La adolescente se encontraba sola en su vivienda, ubicada en la colonia La Cruz Coyuya, cuando un hombre de 39 años, presuntamente su vecino, ingresó al departamento y la agredió sexualmente. Posteriormente, la atacó repetidamente con un cuchillo, causándole heridas mortales. La madre de la víctima, al escuchar ruidos extraños, ingresó al domicilio y se encontró con la terrible escena. En un intento desesperado por detener al agresor, la madre de María José resultó herida en el cuello cuando el sujeto intentó huir. A pesar de sus heridas, la valiente mujer pidió ayuda a los vecinos, quienes lograron detener al agresor hasta la llegada de la policía. Tras una revisión preventiva, se le aseguró un arma punzocortante y fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC)
Detalles del caso y exigencia de justicia
La Fiscala General de Justicia de la Ciudad de México inició una carpeta de investigación contra el presunto agresor, identificado como Miguel “N”, por su presunta participación en el delito de feminicidio. Según las autoridades, el individuo habría ingresado al domicilio con la intención de agredir sexualmente a la estudiante de bachillerato y privarla de la vida. La madre de la adolescente, quien también resultó herida en el intento de ayudar a su hija, fue trasladada a un hospital para recibir atención de urgencia. Mientras tanto, la familia de María José exige justicia y el máximo castigo para el responsable, destacando que la joven era una persona alegre y feliz, que se preparaba para ingresar a la universidad este año. Su padre, Ernesto Hoyuelas, expresó su profundo dolor y exigió que el feminicida no salga nunca más de la cárcel, recordando las últimas palabras de su hija y el futuro que ya no podrá ser
Este trágico suceso ha generado indignación y consternación en la comunidad, que recuerda a María José como una joven alegre y estudiosa, cuyo único pecado fue quedarse sola en su casa. La exigencia de justicia por parte de la familia y amigos de la víctima resuena en la comunidad, que clama por que este feminicidio no quede impune
Este caso ha conmocionado a la comunidad de Iztacalco y ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia de género en la sociedad, así como de brindar protección y justicia a las víctimas y sus familias.