Las autoridades descubren indicios espeluznantes en la vivienda de Miguel “N”, presunto asesino y abusador sexual, mientras la comunidad y familiares exigen justicia.

En un giro espeluznante de los acontecimientos que estremecieron a la alcaldía de Iztacalco en la Ciudad de México, las autoridades han descubierto una escalofriante escena en el apartamento de Miguel “N”, el presunto asesino y agresor sexual de una menor de edad identificada como María José.
El Departamento de Investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, en colaboración con la Policía de Investigación (PDI), llevó a cabo una orden de cateo en el domicilio del sospechoso en la calle Cerrada 16 de Septiembre, en la colonia La Cruz Coyuya. Allí, las autoridades se encontraron con un macabro hallazgo: restos humanos y credenciales de mujeres, además de sustancias químicas perturbadoras.
El operativo, meticulosamente planeado, desenterró cráneos y otras evidencias que apuntan a la posibilidad de que Miguel “N” podría haber perpetrado más crímenes atroces de los que inicialmente se le imputaban. La escena, descrita como “horripilante” por los investigadores, también incluía herramientas y prendas de vestir femeninas, lo que intensifica las sospechas sobre la posible participación del individuo en otros casos de violencia contra la mujer.
Hasta el momento, las autoridades solo han relacionado a Miguel “N” con el feminicidio de María José, así como con el ataque a su madre, Cassandra, quien, tras descubrir la escena espantosa en el apartamento de su hija, también fue brutalmente agredida con un arma blanca. Actualmente, Miguel “N” se encuentra bajo custodia en el reclusorio Oriente de la Ciudad de México, a la espera de su audiencia inicial.
El presunto agresor, de 39 años, ha sido descrito por vecinos como un individuo callado e introvertido, que rara vez llamaba la atención. Con una aparente vida profesional como químico, Miguel “N” mantenía un perfil discreto en la comunidad, aunque en sus redes sociales compartía fotos de sus viajes y se presentaba como un defensor de los derechos de los animales.
Mientras tanto, la familia de María José y la comunidad en general están sumidas en el dolor y la indignación ante la barbarie descubierta en el corazón de su vecindario. La madre de la víctima, Cassandra, se encuentra en estado delicado pero estable, luchando por su vida después de haber enfrentado la violencia inimaginable que cobró la vida de su hija.
Este escalofriante caso de violencia de género ha generado una ola de indignación y demandas de justicia en toda la ciudad. La FGJ continúa con sus investigaciones para esclarecer la magnitud de los crímenes de Miguel “N” y para asegurar que todas las víctimas reciban la justicia que merecen.