En un giro tenso pero contenido en el ya volátil escenario de Oriente Medio, Israel ha lanzado un comedido ataque contra una base militar en Isfahán, Irán, utilizando drones de baja intensidad activados desde el propio territorio iraní. Según informes de fuentes de seguridad israelíes citadas por The New York Times, el ataque se dirigió a una instalación militar en Isfahán, mientras que medios israelíes también informan de explosiones en el sur de Siria y en el centro de Irak, indicando posibles acciones contra grupos afines a Irán en la región.
El ataque, que aparentemente no ha causado graves destrozos ni daños a las instalaciones nucleares, ha sido minimizado por Irán, quien asegura haber derribado varios drones en Isfahán. Según un alto funcionario iraní citado por Reuters, Teherán no tiene planes inmediatos de tomar represalias contra Israel, enfatizando que los drones fueron activados desde dentro del territorio iraní.
La particularidad de que los drones fueran lanzados desde el interior de Irán representa una advertencia al régimen de los ayatolás por parte de Israel, sugiriendo que puede golpear en el territorio iraní, pero al mismo tiempo, se interpreta como una señal de baja intensidad destinada a evitar una escalada mayor en el conflicto.
La reacción internacional no se ha hecho esperar. China ha manifestado su intención de intervenir como moderador del conflicto, expresando su oposición a cualquier acción que intensifique aún más las tensiones en la región. Estados Unidos ha solicitado la intervención china para moderar la situación, especialmente después de un reciente ataque iraní con drones y misiles sobre territorio israelí.
En cuanto a las repercusiones internas en Irán, se han reportado explosiones en Isfahán y Tabriz, aunque las autoridades afirman que la situación está bajo control y que no se han producido impactos significativos. Los aeropuertos del país han recuperado la normalidad después de una noche de incertidumbre.
El ataque de Israel se produce menos de una semana después de que Irán lanzara 300 drones y misiles contra Israel en respuesta a un ataque contra su consulado en Damasco. El ejército israelí anunció que la mayoría de estos drones y misiles fueron interceptados por su defensa aérea, con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido y Jordania.
El llamado a la calma y la desescalada ha resonado en la comunidad internacional. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha instado a Irán e Israel a abstenerse de una escalada militar en la región. El G7 también ha pedido una “desescalada absoluta” de las tensiones entre ambos países, mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido sobre una “escalada peligrosa” que podría llevar a Oriente Medio al borde de una guerra con repercusiones globales.
En este clima de incertidumbre y tensión, la situación en Oriente Medio sigue siendo motivo de preocupación para el mundo, con el temor de que cualquier escalada podría tener consecuencias catastróficas.