17 de marzo de 2025
El descubrimiento de un presunto centro de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, genera controversia tras las declaraciones del senador Gerardo Fernández Noroña, quien pone en duda la relación de los objetos hallados con personas desaparecidas.
El reciente hallazgo de un presunto centro de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a la sociedad mexicana. En el lugar se encontraron hornos crematorios, restos óseos y cientos de objetos personales, lo que sugiere actividades delictivas relacionadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Descubrimiento del sitio
El sitio, ubicado en el Rancho Izaguirre, fue descubierto por colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Entre los objetos hallados se encuentran más de 400 pares de zapatos, prendas de vestir y otros artículos personales, lo que indica la posible magnitud de las actividades ilícitas realizadas en el lugar.
Declaraciones de Fernández Noroña
El senador Gerardo Fernández Noroña ha generado polémica al cuestionar la relación entre los objetos encontrados y las personas desaparecidas. En una transmisión en vivo, señaló: “Hay 200 zapatos ahí, sí. Pero, ¿quién dice que esos zapatos son de personas desaparecidas, que lo que se viene contando es cierto?”. Además, acusó a medios de comunicación y a la oposición de utilizar el caso con fines políticos, calificándolo como “golpeteo mediático”.
Reacciones de colectivos y sociedad civil
Las declaraciones del senador han sido recibidas con indignación por parte de colectivos de búsqueda y familiares de personas desaparecidas. Consideran que minimizar el hallazgo es una falta de respeto hacia las víctimas y sus familias, quienes llevan años buscando respuestas y justicia.
Respuesta de las autoridades
El Fiscal General de la República, Alejandro Gertz, ha prometido una investigación exhaustiva sobre el sitio descubierto en Teuchitlán. Se busca esclarecer la magnitud de los crímenes cometidos y la posible complicidad de autoridades locales en estos hechos.
Implicaciones del hallazgo
Este descubrimiento pone de manifiesto la gravedad de la crisis de desapariciones en México y la necesidad urgente de reforzar las estrategias de seguridad y justicia. Además, resalta la importancia de la labor de los colectivos de búsqueda, quienes, ante la inacción de
las autoridades, han tomado la iniciativa en la localización de fosas y sitios clandestinos.
El hallazgo en Teuchitlán es un recordatorio doloroso de la violencia que aqueja al país. Las autoridades están obligadas a realizar una investigación transparente y efectiva, mientras que los actores políticos deben abordar el tema con la seriedad y respeto que merece, evitando politizar el dolor de las víctimas y sus familias.
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