Inseguridad extrema pone en jaque a empresas y trabajadores en el puerto guerrerense.
Una ola de violencia que afecta a repartidores de empresas como Coca-Cola FEMSA, Grupo Modelo y PepsiCo ha llevado a la suspensión de sus actividades en el puerto de Acapulco. En los últimos días, tres trabajadores fueron asesinados mientras cumplían con sus rutas de entrega, lo que ha puesto en alerta a la industria alimentaria y de bebidas, así como a las autoridades locales.
El sector empresarial ha exigido medidas inmediatas para garantizar la seguridad de sus empleados, mientras que la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) ha urgido al gobierno estatal y federal a actuar para frenar esta escalada de violencia.
Un clima de inseguridad creciente
Los recientes asesinatos han conmocionado a Acapulco, una ciudad ya marcada por la violencia. Entre las víctimas se encuentran un repartidor de Coca-Cola FEMSA, asesinado en la colonia Bellavista, y otro de FUD, quien fue atacado en la colonia Hogar Moderno y permanece en estado grave. Estas tragedias han provocado que compañías como PepsiCo y Galletas Gamesa también suspendan sus operaciones en la región.
“La seguridad de nuestros colaboradores es prioridad para Coca-Cola FEMSA, por lo que hemos tomado la decisión de limitar nuestras operaciones alrededor del puerto de Acapulco hasta nuevo aviso”, declaró la empresa en un comunicado oficial.
El gremio de transportistas, por su parte, ha paralizado sus labores y no planea reanudar actividades hasta que las autoridades estatales y municipales presenten medidas concretas para garantizar su seguridad.
Respuesta del sector empresarial
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) emitió un comunicado en el que condenó los ataques y expresó su preocupación por el incremento en la violencia contra trabajadores del sector.
“Es inadmisible que la inseguridad esté cobrando vidas humanas. El Estado de derecho debe prevalecer para evitar más tragedias como estas”, declaró el organismo. Además, Concamin solicitó la intervención urgente de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública y la Sedena para restablecer la seguridad en la región.
Operativos de seguridad en marcha
Ante la presión social y empresarial, las autoridades han reforzado la seguridad en las zonas más afectadas del puerto. El regidor de Acapulco, José Ángel Mejía, afirmó que la Guardia Nacional y la Marina han implementado estrategias para contener la violencia y proteger a los trabajadores y la población en general.
Sin embargo, el clima de inseguridad persiste, y la incertidumbre ha dejado a cientos de empleados y empresas en una difícil situación económica y laboral.
Crisis con múltiples impactos
La suspensión de actividades de estas empresas no solo afecta a los trabajadores directos, sino también a la economía local, que depende en gran medida del turismo y la distribución de bienes. La paralización agrava las tensiones sociales en una ciudad donde el empleo formal ya es escaso.
Empresarios, trabajadores y ciudadanos esperan que las medidas anunciadas sean efectivas para restaurar la tranquilidad y permitir la reanudación de actividades en Acapulco.