El gran golpe al narco podría desvanecerse sin un cambio en el Poder Judicial
El primer gran golpe contra el tráfico de fentanilo fue anunciado con gran pompa por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. El 4 de diciembre pasado, bajo la dirección del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, las fuerzas federales ejecutaron un megaoperativo en Sinaloa, que resultó en la incautación de una tonelada de fentanilo y la detención de dos importantes líderes del cártel de los Beltrán Leyva.
Este decomiso fue catalogado como el mayor golpe de la historia contra el comercio ilegal del opioide, una sustancia que ha generado una crisis de salud pública en los Estados Unidos. La administración de Joe Biden reconoció el esfuerzo del gobierno mexicano, y el operativo marcó un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico en la región.
Sin embargo, la victoria podría ser efímera. A pesar del éxito de Sheinbaum y García Harfuch en el frente de seguridad, la batalla aún no está ganada. La corrupción en el Poder Judicial representa un obstáculo que podría neutralizar los esfuerzos del gobierno y permitir que los vínculos entre jueces corruptos y el narcotráfico sigan operando con impunidad.
Fuentes cercanas a los operativos advierten que la conexión entre sectores de la justicia y el crimen organizado sigue siendo un problema multimillonario. Sin una acción contundente en este ámbito, los esfuerzos de la administración Sheinbaum podrían quedar en la nada, o peor aún, ser utilizados en su contra.
Mientras tanto, surgen preguntas críticas: ¿Qué ha sucedido con la droga decomisada? ¿Ha sido destruida o sigue bajo custodia? A pesar de la magnitud del operativo, el Gobierno y la Secretaría de Seguridad no han proporcionado información actualizada sobre el destino de la tonelada de fentanilo asegurada.
La preocupación dentro de las fuerzas de seguridad es clara. Existen sospechas de que, si no se implementan las medidas adecuadas, la droga incautada podría regresar a manos del crimen organizado, socavando por completo el esfuerzo realizado.
El 4 de diciembre, durante los operativos simultáneos en el norte de Sinaloa, fueron arrestados Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Alonso Vázquez Sánchez, ambos identificados como líderes de la célula criminal de los Beltrán Leyva. Se determinó que las pastillas de fentanilo incautadas estaban destinadas a Estados Unidos y Canadá, donde su valor en el mercado negro podría alcanzar los 400 millones de dólares.
A pesar del éxito del decomiso, Sheinbaum y García Harfuch saben que la lucha está lejos de terminar. La corrupción judicial sigue siendo un enemigo poderoso que podría convertir sus logros en un espejismo. En este escenario, la credibilidad del gobierno mexicano está en juego, así como su compromiso con la seguridad del país y la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico.