Sheinbaum limita a Ken Salazar: diplomacia México-EEUU enfrenta nueva burocracia

La decisión de Claudia Sheinbaum de restringir el acceso directo del embajador Ken Salazar al gobierno mexicano complica la relación bilateral, según el analista Raymundo Riva Palacio.

En un movimiento que podría tener repercusiones profundas en la relación diplomática entre México y Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum ha decidido limitar la comunicación del embajador estadounidense, Ken Salazar, con el gobierno mexicano a través de una única vía: la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Esta decisión, analizada en una columna por el periodista Raymundo Riva Palacio, ha generado preocupación sobre las posibles consecuencias en la fluidez de las relaciones bilaterales y la cooperación entre ambos países.

Ken Salazar, quien ha mantenido una relación cercana con diversas entidades del gobierno mexicano y con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, ahora enfrenta un “embudo burocrático” al ser obligado a interactuar únicamente mediante la Cancillería. Según Riva Palacio, esta restricción afecta la agilidad y dinamismo que Salazar había logrado imprimir a las relaciones intergubernamentales, basadas en un acceso directo a diversas áreas del gobierno, incluyendo al fiscal general Alejandro Gertz Manero.

Fin de la comunicación directa con López Obrador

Riva Palacio subraya que, con esta medida, se ha “cerrado la llave de interlocución” entre Ken Salazar y el expresidente López Obrador, con quien había mantenido una comunicación continua, incluso a través de intermediarios como Gertz Manero. Este cambio, indica el columnista, no solo complica la relación con el actual gobierno, sino que también crea obstáculos en la cooperación diaria, generando demoras en asuntos que antes se resolvían de manera más directa y eficiente.

El periodista compara la situación con un episodio similar durante el mandato de Enrique Peña Nieto, cuando la centralización de las relaciones de seguridad en una “única ventanilla” durante la gestión de Miguel Ángel Osorio Chong provocó “consecuencias negativas” para la cooperación entre ambos países. Riva Palacio señala que estas restricciones, lejos de ser una novedad, han mostrado su ineficacia en el pasado.

Unilateralismo en la política de Sheinbaum

La columna resalta que no se percibe una reacción similar por parte de Estados Unidos hacia el embajador mexicano en Washington, Esteban Moctezuma, lo que sugiere que el Departamento de Estado estadounidense no busca aplicar represalias inmediatas. Sin embargo, las medidas impuestas por Sheinbaum podrían “empañar la relación bilateral”, dado que la diplomacia entre México y Estados Unidos depende de intercambios rápidos y efectivos.

El control centralizado que Sheinbaum busca imponer sobre la relación con Estados Unidos podría interpretarse como parte de un estilo de gestión característico de su mandato en la Ciudad de México y su campaña presidencial, según el análisis de Riva Palacio. No obstante, este enfoque podría resultar contraproducente en la medida en que las relaciones con Estados Unidos, que son fundamentales para México, requieren pragmatismo y flexibilidad, características que parecen ausentes en la nueva política.

Impacto en las relaciones bilaterales

Riva Palacio advierte que la decisión de Sheinbaum podría provocar “tropiezos y demoras” en áreas clave de cooperación bilateral, como seguridad, economía y migración. A largo plazo, estas trabas burocráticas podrían deteriorar la confianza y la buena voluntad construida entre ambas naciones, un riesgo que podría repercutir no solo en el gobierno actual, sino también en futuros gobiernos, tanto en México como en Estados Unidos.

El analista subraya que no hay indicios de que otros embajadores en México estén sujetos a restricciones similares, lo que convierte a Ken Salazar en una “figura desechable” ante el posible cambio de administración en Washington en los próximos años. El papel de Salazar, considerado clave en el mantenimiento de una relación cercana y efectiva con el gobierno mexicano, parece no haber sido suficiente para garantizar su continuidad en las mismas condiciones.

Un juego de riesgos

En última instancia, Riva Palacio describe la decisión de Sheinbaum como una “jugada arriesgada” en un tablero diplomático complejo. Aunque aún está por verse cómo afectará este cambio a las relaciones bilaterales en términos prácticos, el columnista advierte que podría ser un error estratégico para México. La decisión no solo refleja el estilo de gobernanza de Sheinbaum, sino que también podría ser percibida como una maniobra política interna, con implicaciones negativas para la estabilidad de la relación con el principal socio comercial y diplomático de México.