El conflicto interno entre figuras clave de Morena amenaza con impactar la unidad del partido.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, avivó el debate interno en Morena al describir como una “vendetta personal” el enfrentamiento entre Ricardo Monreal y Adán Augusto López Hernández, ambos figuras clave del partido. En una declaración transmitida en video, Noroña aseguró que Monreal, ahora coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, habría actuado movido por agravios personales contra el exgobernador tabasqueño.
El conflicto escaló después de que el viernes 13 de diciembre, en una sesión del pleno del Senado, López Hernández denunciara presuntas irregularidades en contratos por un total de 150 millones de pesos durante la gestión de Monreal como líder de Morena en el Senado. Entre los señalamientos, destacó un contrato de 70 millones de pesos otorgado a una empresa que gestiona el archivo del Senado en Hidalgo. Estas acusaciones han sido respaldadas por Fernández Noroña, quien reconoció conocer previamente los detalles presentados por López Hernández.
“Adán Augusto comentó un caso delicado. No he escuchado la versión de Monreal, pero sí sé que este tema ha generado una tensión importante dentro de nuestro Movimiento. Las diferencias entre ambos son evidentes, pero esto va más allá de un debate político, hay un agravio personal”, afirmó Noroña en su videocharla.
Acusaciones cruzadas y tensiones internas
En respuesta, Ricardo Monreal negó rotundamente las acusaciones, calificándolas como “falsedades” y parte de una campaña orquestada en su contra, incluso desde dentro de Morena. En un video publicado en sus redes sociales, Monreal presentó documentos y contratos firmados durante su administración, asegurando que los procedimientos se llevaron a cabo con total legalidad.
“Estas acusaciones son una muestra de la mala fe que a lo largo de mi vida me ha perseguido, pero siempre las he enfrentado sin titubeos. Lo grave aquí es que ahora los ataques vienen de mis correligionarios y no de la oposición”, denunció Monreal.
El zacatecano también criticó a López Hernández por llevar el tema al pleno del Senado, sugiriendo que las acusaciones son una estrategia para desacreditarlo públicamente en un momento crucial para Morena.
Impacto en el partido y preocupaciones de unidad
Fernández Noroña admitió que estas tensiones internas representan un desafío para la unidad de Morena, especialmente en un contexto político donde la cohesión del partido es esencial. “Este tipo de golpeteos internos debilitan nuestro Movimiento, pero confío en que el conflicto es superable”, dijo el legislador.
Noroña también destacó que las tensiones internas en Morena son naturales dada la pluralidad del partido, pero enfatizó que las disputas deben manejarse con mayor prudencia. Sin embargo, cuestionó la decisión de Monreal de no acatar una instrucción relacionada con el presupuesto, señalando que ese desacato es el origen del conflicto.
“Aquí hay una vendetta política personal, y eso no se debe hacer. Entiendo la tensión, pero no se puede permitir que este tipo de actitudes prevalezcan”, señaló.
Hacia una resolución incierta
La pugna entre Monreal y López Hernández podría tener implicaciones mayores para Morena, especialmente si no se logra una conciliación. Mientras Monreal intenta defender su gestión con documentos, López Hernández parece decidido a seguir adelante con las investigaciones. En tanto, Fernández Noroña se ha posicionado claramente del lado del tabasqueño, lo que evidencia una fractura interna en las altas esferas del partido.
La pregunta que persiste es si Morena logrará resolver este conflicto antes de que las divisiones impacten negativamente en su agenda legislativa y electoral. Por ahora, la unidad del partido enfrenta una prueba de fuego que podría redefinir las relaciones entre sus principales figuras.