Trump refuerza su ofensiva diplomática en Medio Oriente para mantener la tregua en Gaza

El presidente busca estabilidad frente a Hezbollah y apunta a fortalecer a Arabia Saudita como potencia.

En un esfuerzo por estabilizar el frágil equilibrio en Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desplegado una ofensiva diplomática que involucra a actores clave como Arabia Saudita, Israel y Líbano. La misión tiene como objetivo garantizar el cese del fuego en Gaza, disuadir la agresión de Hezbollah contra Israel y fortalecer al gobierno libanés ante la presión de la organización financiada por Irán.

La estrategia de Trump en la región incluye profundizar la cooperación con Arabia Saudita, país que busca posicionar como líder hegemónico en el mundo árabe. Su relación directa con el primer ministro saudí, Mohammed bin Salman, fue ratificada con una llamada al inicio de su segundo mandato, subrayando el peso de esta alianza en su política exterior.

Negociaciones en curso: entre treguas y tensiones

El enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, ha sido un actor central en estas negociaciones. Witkoff visitó Auschwitz-Birkenau antes de partir hacia Riad, donde discutirá con Bin Salman la inclusión saudí en las iniciativas lideradas por Washington. Posteriormente, viajará a Jerusalén para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y abordar los desafíos pendientes del cese del fuego con Hamas.

Entre los puntos críticos a resolver se encuentran el canje de prisioneros y secuestrados, la retirada de tropas israelíes de Gaza y el control político de la Franja. La mediación involucra a Qatar y Egipto, pero las diferencias entre las partes complican un acuerdo duradero.

Hezbollah, un desafío persistente

El gobierno libanés, encabezado por Joseph Aoun, acordó prorrogar la tregua con Israel, pero la organización proiraní Hezbollah ha manifestado su rechazo. Su secretario general, Naim Qasem, emitió una amenaza directa, advirtiendo que no aceptarán la extensión más allá de los 60 días pactados originalmente.

En respuesta, la Casa Blanca reafirmó su apoyo al presidente Aoun y dejó claro que, si Hezbollah rompe la tregua, Estados Unidos no dudará en tomar medidas contundentes. “Trump busca estabilidad en Medio Oriente y empleará la fuerza si la diplomacia no es suficiente”, señalaron fuentes oficiales.

Arabia Saudita como pilar estratégico

La apuesta de Trump por fortalecer a Arabia Saudita como potencia excluyente en la región contrasta con las tensiones existentes con otros países del Golfo, como Qatar, e Irán, cuyo proyecto nuclear sigue siendo monitoreado de cerca por Washington.

El enfoque del presidente reafirma la histórica alianza entre Estados Unidos e Israel, que ha sido reforzada con la flexibilización de sanciones y el envío de armamento previamente embargado.

Mientras las negociaciones avanzan, el reloj corre contra el plazo de la tregua y la amenaza de una escalada militar en la región persiste.