“Un problema grave de corrupción”, denuncia el presidente sobre la agenda neoliberal impulsada por Banamex
En una conferencia de prensa reciente, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló una conversación comprometedora entre Elba Esther Gordillo, ex coordinadora parlamentaria del PRI, y Roberto Hernández, dueño de Banamex. La llamada, grabada ilegalmente durante la administración de Vicente Fox Quesada, expone una agenda neoliberal sobre las reformas prioritarias a ser aprobadas en el Congreso, influenciada por intereses extranjeros.
En la llamada, Gordillo discute con Hernández sobre reuniones con empresarios y banqueros para definir el rumbo de las reformas hacendarias y energéticas. “Muy entusiasmada reuniéndonos con algunos actores para ver sobre lo hacendario, sobre la reforma energética… nos hemos reunido con Barrio… Carlos Slim, Federico Reyes Heroles… “, menciona Gordillo.
Hernández, desde Londres, subraya la importancia de las reformas fiscales y energéticas, reflejando preocupaciones internacionales sobre la falta de reformas laborales en Europa. “Fíjate que lo de las reformas es muy importante… ahora que yo estoy viviendo aquí en Londres… la parte energética”, comenta Hernández, indicando una visión influenciada por el contexto europeo.
López Obrador reprochó que en la conversación no se abordaran problemas cruciales para México, como la corrupción o la creación de empleos. “No hay nada aquí acerca de los problemas de México, mucho menos sobre el problema grave de la corrupción o no se habla sobre impulsar actividades productivas, de crear empleos nada”, lamentó el mandatario.
La grabación, replicada en varios textos, incluido el libro del presidente titulado Gracias, muestra cómo Gordillo sostenía reuniones con figuras clave como Carlos Slim y Alfredo Harp Helú, sin especificar claramente los motivos. Sin embargo, se presume que estas reuniones estaban dirigidas a formular iniciativas en beneficio de estos empresarios.
López Obrador subrayó que esta llamada es una prueba más de que el gobierno estaba controlado por intereses empresariales. “La grabación y esta llamada son prueba de que antes el gobierno estaba tomado, por este tipo de acercamientos”, concluyó el presidente.
Esta revelación plantea serias preguntas sobre la influencia de intereses privados en la formulación de políticas públicas durante administraciones anteriores, y resalta la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la política mexicana.