En un próximo giro histórico para el narcotráfico en América del Norte, Osiel Cárdenas Guillén, el infame exlíder del Cártel del Golfo, está a poco más de un mes de recuperar su libertad tras cumplir una condena de 25 años de prisión en Estados Unidos. Según el Buró Federal de Detenciones (BOP, por sus siglas en inglés), su liberación está programada para el 30 de agosto.
El Ascenso y Caída de un Capo
Originario de Tamaulipas, México, Cárdenas Guillén lideró el Cártel del Golfo hasta su captura el 14 de marzo de 2003. Tras su detención en el estado fronterizo mexicano, fue extraditado a Estados Unidos en 2007, dos años después de la autorización inicial. Bajo su mando, el Cártel del Golfo se convirtió en una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas de México, dedicándose principalmente al tráfico de cocaína y marihuana hacia ciudades estadounidenses como Houston y Atlanta.
Inmensas Ganancias del Tráfico de Drogas
La magnitud de las operaciones de Cárdenas Guillén se hizo evidente en junio de 2001, cuando las autoridades estadounidenses incautaron diversos libros de contabilidad del cártel en Atlanta. Estos documentos revelaron que en un periodo de tres meses y medio, el Cártel del Golfo generó más de 41 millones de dólares en ganancias solo en la zona de Atlanta. Estas cifras fueron confirmadas por un informe del Departamento de Justicia publicado en febrero de 2010.
Sentencia y Fortuna
Enfrentando acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero desde el año 2000, se estima que la fortuna de Cárdenas Guillén ascendía a 50 millones de dólares. Cuando el fiscal general de EEUU, José Ángel Moreno, anunció en febrero de 2010 la condena de 25 años de prisión, también se impuso una orden preliminar de decomiso por dicha cantidad, reflejando las vastas ganancias ilícitas acumuladas durante su liderazgo.
Delitos y Amenazas
Entre los delitos por los que Cárdenas Guillén se declaró culpable, se encuentran la conspiración para poseer y distribuir sustancias controladas, conspiración para blanquear instrumentos monetarios, y la amenaza de agresión y asesinato de agentes federales. En un incidente notable de mayo de 1999, Cárdenas Guillén amenazó de muerte a un agente encubierto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por negarse a entregar un cargamento de marihuana. Meses después, en noviembre de 1999, interceptó y amenazó a dos agentes estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas, permitiéndoles salir con la advertencia de no volver.
Próxima Liberación
Actualmente, Osiel Cárdenas Guillén cumple su condena en la prisión de alta seguridad de Terre Haute, en Indiana. Su inminente liberación marca un momento crítico y potencialmente turbulento, tanto para las autoridades estadounidenses como mexicanas, que deberán seguir vigilando los posibles movimientos y repercusiones tras la salida de prisión de uno de los capos más notorios de la historia reciente del narcotráfico.