Un ex miembro del Cártel de Sinaloa ha revelado al periodista Jesús Lemus detalles sobre los métodos que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán utilizaba para impulsar la producción de drogas sintéticas a gran escala dentro de la organización criminal. Esta información se ha dado a conocer en el libro de Lemus, “Los Malditos: Crónica negra desde Puente Grande”.
Durante los últimos años, Estados Unidos ha señalado al Cártel de Sinaloa como una de las organizaciones pioneras en la fabricación y tráfico de fentanilo, una droga sintética extremadamente potente. Sin embargo, la especialización del cártel no se limita a este narcótico. De acuerdo con una acusación del Departamento de Justicia contra Los Chapitos, la facción liderada por los hijos de ‘El Chapo’, el cártel ha producido durante años marihuana, heroína, cocaína y metanfetamina, esta última también una droga sintética.
El Departamento de Estado de EE.UU. ha señalado que Joaquín y Ovidio Guzmán López han supervisado desde 2008 al menos 11 laboratorios de metanfetamina en Sinaloa, con una producción mensual estimada entre 1,300 y 2,200 kilos de droga, destinada principalmente a los mercados de Estados Unidos y Canadá.
Según las declaraciones de Noé Hernández, alias ‘El Gato’, un antiguo integrante del cártel, la organización invirtió en la capacitación de sus miembros en Colombia. Hernández reveló a Lemus que, a finales de los 80, fue enviado a Colombia para ser instruido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la producción de drogas sintéticas. La formación, impartida por un ingeniero químico conocido como ‘El Tramo II’, tuvo lugar en una zona boscosa a 100 kilómetros de un campamento base de las FARC.
Durante 22 días, ‘El Gato’ y otros dos miembros selectos del cártel recibieron entrenamiento en la elaboración de drogas sintéticas a base de anfetaminas, utilizando medicamentos antigripales de fácil acceso en farmacias. Este curso tuvo un costo de dos millones de dólares para Guzmán Loera. Además, los participantes fueron instruidos en técnicas para hacer indetectable la cocaína en diversos compuestos durante los retenes militares.
Los resultados de este entrenamiento fueron tan satisfactorios que ‘El Chapo’ invitó a ‘El Tramo II’ a México, donde por cinco mil dólares mensuales, el químico colombiano permaneció cinco meses en la sierra de Durango, enseñando sus conocimientos a otros miembros del cártel.
Las FARC y su Relación con el Narcotráfico
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron una guerrilla fundada en 1964 con el objetivo de luchar por la justicia social en Colombia. A lo largo del tiempo, se involucraron en el narcotráfico para financiar sus actividades, lo que facilitó la expansión de su influencia pero deterioró su imagen pública.
La relación de las FARC con el narcotráfico en México se desarrolló mediante la exportación de cocaína, suministrada a cárteles mexicanos que la distribuían en Estados Unidos y otros mercados internacionales. Aunque las FARC firmaron un acuerdo de paz en 2016 y se desmovilizaron, algunos disidentes continuaron vinculados al narcotráfico, perpetuando desafíos para la seguridad regional.
Estas revelaciones sobre los métodos de ‘El Chapo’ y la conexión con las FARC subrayan la complejidad y la internacionalización del narcotráfico, mostrando cómo las redes criminales se benefician de conocimientos y colaboraciones transnacionales para sostener y expandir sus operaciones ilícitas.