Rubén Rocha Moya asegura que las acusaciones en su contra buscan dañar su imagen y la del presidente López Obrador. Defiende su actuación “limpia” y “transparente” ante la denuncia por irregularidades en la investigación del asesinato de Cuén Ojeda.
En un ambiente tenso y cargado de acusaciones, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, descartó la posibilidad de renunciar a su cargo tras ser señalado por legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) en una denuncia presentada ante la Fiscalía General de la República (FGR). Durante una conferencia de prensa, Rocha Moya se mostró desafiante, asegurando que no tiene “temor de nada” y que las acusaciones en su contra son meras maniobras políticas destinadas a perjudicar su imagen y la del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La denuncia, presentada el pasado martes 20 de agosto por un grupo de diputados panistas liderados por Federico Döring Casar, tiene como eje las presuntas irregularidades en la investigación del asesinato del diputado electo Héctor Melesio Cuén Ojeda, un crimen que ha generado un intenso debate en el estado y a nivel nacional. Según los denunciantes, tanto Rocha Moya como la exfiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñónez Estrada, habrían incurrido en delitos como el ejercicio indebido del servicio público y falsedad en declaraciones judiciales.
En respuesta a las preguntas de los medios de comunicación, Rocha Moya no solo negó haber cometido irregularidad alguna, sino que también lanzó duras críticas a quienes lo acusan y a la prensa que, según él, se ha sumado a una campaña en su contra. “Yo no tengo temor de nada. Cuando estás limpio, transparente, que me inventen o nos inventen los contras, los que andan haciendo política de cualquier hecho, andan buscando afectar al presidente a través de mí, ya se los he dicho. No existe ningún temor de nada”, declaró con firmeza el gobernador.
Ante la insistencia de los periodistas sobre si contemplaría renunciar, Rocha Moya respondió de manera airada, preguntando por qué debería hacerlo y calificando las sugerencias de renuncia como infundadas. “¿Y por qué, por qué? Díganme por qué, denme un elemento, ¿tendría que ser porque lo dijo algún periodista de los contras? No”, sentenció el gobernador, dejando clara su posición.
La controversia se ha visto intensificada por la revelación de que Rocha Moya ya ha mantenido comunicación con la FGR respecto a su viaje a Los Ángeles, California, realizado el mismo día en que se reportó el secuestro del cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada. En este contexto, Zambada ha declarado que tenía previsto reunirse con Rocha Moya y Cuén Ojeda, y que en dicha reunión también estaría presente Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de “Los Chapitos”, hasta que una traición supuestamente liderada por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, cambió el curso de los acontecimientos.
Rocha Moya enfatizó que fue él mismo quien solicitó que la FGR asumiera la investigación del caso, con el objetivo de disipar cualquier sospecha sobre su posible implicación. Afirmó estar dispuesto a colaborar plenamente con las autoridades federales para asegurar la transparencia y fortalecer la confianza pública en el proceso judicial.
Por otro lado, la FGR ha puesto en entredicho la versión presentada por la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGE) sobre el asesinato de Cuén Ojeda. En un comunicado reciente, la FGR reveló que ha identificado inconsistencias en la versión que indica que Cuén Ojeda fue asesinado en una gasolinera en Culiacán, y ha puesto en resguardo un inmueble clave para la investigación. Asimismo, se han identificado vehículos que habrían sido utilizados para el presunto secuestro, y se anunció que se ha preparado una orden de aprehensión contra Joaquín Guzmán López por su presunta participación en el secuestro y asesinato.
El caso sigue en desarrollo, y aunque Rocha Moya insiste en su inocencia y en la naturaleza política de las acusaciones, la presión sobre su administración continúa en aumento. La oposición y diversos sectores de la sociedad civil demandan claridad en las investigaciones, mientras el gobernador asegura que no dará un paso atrás.