España se retira de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum tras la exclusión del Rey Felipe VI

El gobierno español considera “inaceptable” que el monarca no haya sido invitado al evento en México. La decisión agrava tensiones en las ya frágiles relaciones diplomáticas entre ambos países.

En un gesto sin precedentes en la diplomacia entre España y México, el Gobierno español ha anunciado que no enviará ningún representante a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre en Ciudad de México. La razón detrás de esta decisión radica en la exclusión del Rey Felipe VI de la lista de invitados al evento, lo que ha sido calificado como “inaceptable” por las autoridades españolas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España emitió un comunicado el lunes en el que expresó su descontento con la omisión del monarca español, cuya presencia es vista como un símbolo de la relación bilateral entre las dos naciones. “El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. el Rey de la invitación a la toma de posesión de la presidenta electa de México. Por este motivo, el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”, afirmó el comunicado.

Tensiones acumuladas: una relación marcada por desencuentros

Esta decisión no es un hecho aislado, sino parte de un deterioro constante en las relaciones diplomáticas entre México y España. Desde febrero de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador impuso una “pausa” en la relación entre ambos países. Esta pausa fue justificada por la exigencia del mandatario mexicano de que España se disculpara por los abusos cometidos contra los pueblos indígenas durante la conquista y la época colonial, una solicitud que hasta el momento no ha sido atendida por el gobierno español.

Claudia Sheinbaum, sucesora electa de López Obrador, ha expresado su apoyo a esta petición de disculpa, aunque ha subrayado la importancia de mantener relaciones diplomáticas estables con la nación europea. Sin embargo, la exclusión del Rey Felipe VI de la ceremonia de toma de protesta es vista como una escalada en la tensión entre ambos gobiernos.

Ausencias notables y presencia internacional

España no es el único país que ha tomado una postura significativa respecto a la toma de posesión de Sheinbaum. El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha declinado asistir personalmente a la ceremonia, aunque ha confirmado que enviará un representante, cuyo nombre aún no ha sido revelado.

A pesar de estas ausencias, la presidenta electa ha conseguido una asistencia internacional significativa para su toma de posesión. Según un documento oficial emitido el 18 de septiembre, se espera la participación de mandatarios de países como Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba y Honduras. En total, 105 países y 22 organismos internacionales han confirmado su asistencia, con 16 jefes de Estado que acudirán personalmente.

Entre los invitados también figuran cuatro vicepresidentes, cuatro titulares de órganos legislativos, 17 ministros, 10 viceministros, 10 titulares de organismos internacionales y una gran cantidad de embajadores y enviados especiales. No obstante, la lista de invitados ha sido objeto de controversia, ya que los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa, y de Perú, Dina Boluarte, no fueron incluidos, en consonancia con las tensiones diplomáticas que México ha mantenido con ambos países en los últimos años.

¿Un nuevo capítulo en las relaciones México-España?

La exclusión del Rey Felipe VI y la posterior decisión de España de no asistir a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum marca un nuevo capítulo en la relación entre los dos países. La falta de una invitación formal al monarca español es vista en Madrid como una afrenta, y pone en relieve las tensiones diplomáticas subyacentes que persisten desde la solicitud de disculpas de López Obrador.

Mientras tanto, el gobierno mexicano no ha emitido una declaración oficial en respuesta a la ausencia de España en el evento. Tampoco se ha aclarado si esta omisión fue intencional o un simple desliz diplomático. Lo cierto es que este episodio añade complejidad a las ya delicadas relaciones entre ambas naciones.

Con la mirada puesta en el futuro, queda por ver si este desencuentro afectará aún más las relaciones entre México y España, o si, por el contrario, ambos países podrán retomar el diálogo diplomático tras la toma de posesión de Sheinbaum.