La extradición del exlíder del Cártel del Golfo desata especulaciones sobre su impacto en el narcotráfico actual.
El impacto de la extradición en el Cártel del Golfo
El regreso de Osiel Cárdenas Guillén, fundador de Los Zetas y exlíder del Cártel del Golfo, ha provocado un sismo político y criminal en México. Extraditado desde Estados Unidos el pasado 16 de diciembre, Cárdenas Guillén fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano, donde enfrentará cargos por delincuencia organizada, lavado de dinero y otros delitos.
Conocido como “El Ingeniero” y “El Mata Amigos”, su legado de violencia marcó una de las épocas más sangrientas del narcotráfico. Según especialistas, su retorno podría generar tensiones internas en el Cártel del Golfo, especialmente en Tamaulipas, donde este grupo ha enfrentado divisiones y luchas territoriales.
Luis Chaparro, periodista especializado, advirtió que la figura de Cárdenas Guillén puede empoderar a ciertas células del cártel, reavivando disputas internas o incluso provocando un intento de reestructuración en la organización. No obstante, subrayó que el capo lleva desconectado del operativo directo desde 2007, cuando fue extraditado a Estados Unidos tras cumplir tres años de prisión en México.
Los Zetas: el brazo armado que redefinió la violencia
Bajo el liderazgo de Cárdenas Guillén, Los Zetas surgieron como un brazo armado formado por exmilitares. Este grupo implementó tácticas brutales, desde ejecuciones públicas hasta torturas, sentando precedentes en las dinámicas del narcotráfico. Aunque Los Zetas eventualmente se independizaron del Cártel del Golfo, su influencia persiste en el modus operandi de otras organizaciones.
“Osiel reclutó a exmilitares como su seguridad personal; de ahí surgió uno de los grupos más sanguinarios de México”, explicó Chaparro en entrevista. Estas prácticas extremas siguen siendo una referencia para los cárteles actuales, que han evolucionado hacia la producción y tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo.
Un panorama transformado
Cárdenas Guillén regresa a un escenario donde el poder está dominado por organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el CJNG. Los especialistas coinciden en que la influencia del exlíder del Cártel del Golfo podría ser limitada, dado que ha estado desconectado de las operaciones activas durante más de 15 años.
Sin embargo, su extradición representa un desafío adicional para las autoridades mexicanas. Además de los procesos judiciales que enfrentará, su regreso podría ser utilizado como un símbolo de unidad por parte de ciertos grupos dentro del Cártel del Golfo.
Consecuencias potenciales
Aunque algunos analistas ven en su figura un elemento que podría desestabilizar al crimen organizado, otros consideran que el tiempo transcurrido desde su captura y los cambios en la estructura del narcotráfico podrían reducir su impacto. En cualquier caso, la presencia de Cárdenas Guillén en el Altiplano será vigilada de cerca, no solo por las autoridades mexicanas, sino también por las organizaciones criminales.
¿Un líder desconectado o un símbolo de poder?
El futuro de Osiel Cárdenas Guillén plantea preguntas clave: ¿logrará influir en la dinámica actual del narcotráfico, o su legado quedará como un recuerdo de una era pasada? Lo cierto es que su regreso a México reaviva las heridas de una época especialmente violenta y coloca nuevamente en el centro de atención al Cártel del Golfo.