EEUU refuerza muro fronterizo con nuevo contrato con México

18 de junio de 2025

Seguridad fronteriza priorizada en nuevo tramo con exenciones ambientales

El muro fronterizo entre Estados Unidos y México sumará nuevos tramos tras la adjudicación de un segundo contrato por parte del gobierno estadounidense, que busca cerrar brechas en zonas de alto riesgo migratorio mediante fondos previamente asignados y la implementación de exenciones legales en materia ambiental.

Segundo contrato y avance en Texas

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) otorgó un segundo contrato para continuar la construcción del muro fronterizo. El nuevo tramo será levantado en el condado de Hidalgo, Texas, abarcando una extensión de aproximadamente 11 kilómetros. La obra estará financiada con fondos del presupuesto del año fiscal 2021, lo que permite retomar trabajos previamente planeados pero no ejecutados por administraciones anteriores.

El valor del contrato supera los 70 millones de dólares y tiene como objetivo cerrar brechas críticas que facilitan el cruce irregular de personas y mercancías. Esta región del sur de Texas ha sido identificada como una de las más vulnerables por su cercanía al río Bravo y su intensa actividad migratoria.

Exenciones legales para acelerar obras

El gobierno federal autorizó tres nuevas exenciones a leyes ambientales con el fin de avanzar en la construcción del muro fronterizo sin contratiempos legales. Estas exenciones permiten omitir requisitos establecidos en normas como la Ley Nacional de Política Ambiental y otras relacionadas con la protección del patrimonio histórico y la vida silvestre.

Las nuevas medidas se aplicarán en áreas de Arizona y Nuevo México, sumándose a las exenciones previamente concedidas para tramos en California. En conjunto, estas disposiciones habilitan la construcción de unos 58 kilómetros adicionales, distribuidos en puntos estratégicos de la frontera sur.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) argumentó que las exenciones responden a una situación de emergencia nacional y son necesarias para proteger la seguridad del país. De esta manera, las construcciones avanzarán en zonas como Tucson, El Paso y Yuma, consideradas prioritarias por su alta incidencia de cruces no autorizados.

Objetivos y contexto del proyecto

La expansión del muro fronterizo busca limitar el ingreso irregular de migrantes, combatir el tráfico de drogas y reforzar el control territorial. Autoridades estadounidenses insisten en que los tramos que se están reforzando responden a necesidades operativas críticas, identificadas mediante datos de inteligencia y reportes de agentes de campo.

Además del nuevo contrato, el gobierno prevé utilizar barreras de tipo bollard y sistemas de vigilancia electrónica en sectores donde el muro físico no es viable. Aunque la medida ha generado críticas por su impacto ambiental, el DHS sostiene que las obras se enfocan únicamente en zonas con altos niveles de riesgo y actividad ilícita.

La administración asegura que los trabajos se ejecutan de forma estratégica, sin ampliar la huella del muro más allá de lo aprobado previamente por el Congreso. Según el DHS, las acciones actuales no representan una nueva política, sino una implementación de recursos ya autorizados y un esfuerzo por cumplir objetivos pendientes.

Construcción activa del muro fronterizo

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