
Cansados de los asaltos de noche y de día, secuestros, lesiones y homicidios impunes de operadores y ayudantes, transportistas de diversas organizaciones nacionales protestarán nuevamente este lunes 5 de febrero en autopistas que unen a la Ciudad de México con Querétaro, Pachuca, Cuernavaca y Toluca.
Las manifestaciones serán durante las primeras horas del día y consistirán en tomas de casetas de peaje y asentamiento del tránsito vehicular en ambos sentidos.
La inseguridad en los caminos del país se ha vuelto cada vez frecuente y violenta. Tiene su origen en la desaparición de la Policía de Caminos y la ocurrencia de crear una Guardia Nacional conformada por elementos de distintas corporaciones policiacas y la obsesión presidencial de incluir al elementos del ejército en quehaceres que no son de su competencia.
Los militares NO son policías y los resultados están a la vista. La Guardia Nacional no ha funcionado y las autopistas de país se han convertido en botín de grupos de la delincuencia organizada cada vez más grandes y más violentos. Esa inseguridad en carreteras obliga a transportistas a contratar empresas con vehículos y personal de custodia, lo que hace cada vez más caro el traslado de todo tipo de mercancías, elevando costos y precios que irremediablemente cubre el consumidor final.
Aunque la vida de los traileros y sus ayudantes, que dejan en el abandono a huérfanos y viudas, no parece ser prioridad para la alta burocracia que solo piensa en el poder político y económico, bien harían en recordar que la peligrosidad de los caminos incrementa la inflación y coloca a México como un estado fallido ante los ojos de potenciales inversionistas de dentro y de fuera.