Andrés Manuel López Obrador, coincidió con Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes más notorios del narcotráfico en el país, en que la detención de los cabecillas del narcotráfico no es suficiente para resolver la crisis de seguridad y violencia que enfrenta la nación. “Hay que atender las causas”, afirmó el mandatario federal durante una conferencia de prensa reciente, subrayando la necesidad de un enfoque más integral y preventivo.
López Obrador recordó que su estrategia para reducir la violencia y combatir la inseguridad ha sido criticada por diversos sectores. No obstante, el presidente sostuvo que la simple detención de figuras prominentes del narcotráfico no abordará el problema de raíz. Citó una entrevista histórica con “El Mayo” Zambada, en la que el capo expresó que los reemplazos de los líderes criminales ya están listos para ocupar su lugar en caso de captura, asesinato o extradición.
“Puede ser que desaparezca el fentanilo y va a empezar a venderse otra droga igual o más dañina”, explicó AMLO, refiriéndose a la crisis de opioides que afecta tanto a México como a Estados Unidos. “El fentanilo es una droga terrible que en seis meses acaba con la vida de una persona. Lo mismo ocurre con la detención de Zambada: si no se atiende el consumo y no damos opciones a los jóvenes para que no sean enganchados y utilizados en las bandas de narcotraficantes, no vamos a enfrentar el problema. Hay que atender las causas”.
La postura de AMLO refleja una visión más holística del combate al narcotráfico, una que va más allá de las “capturas espectaculares” que, según él, no resolverán el problema de fondo. Citó la entrevista de Julio Scherer con Zambada para ilustrar su punto: “Cuando don Julio le pregunta: ¿No teme que lo detengan? Zambada respondió que mientras haya consumo, el narcotráfico continuará, y agregó que en este asunto también hay mucha hipocresía”.
Este enfoque fue contextualizado por el presidente con una anécdota de hace más de una década, cuando el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón había declarado una guerra frontal contra el crimen organizado. En esa entrevista, Zambada expuso que incluso si decidiera entregarse y ser ejecutado como un ejemplo, los problemas persisten debido a la estructura y demanda inherentes al narcotráfico.
“Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió”, recordó AMLO, citando las palabras de Zambada. “En cuanto a los capos encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”.
El presidente López Obrador ha enfatizado en repetidas ocasiones que para abordar la violencia y la inseguridad, se deben atacar las causas subyacentes que propician la delincuencia. Estas incluyen la falta de oportunidades para los jóvenes y la continua demanda de drogas tanto en México como en el extranjero. Sin un enfoque integral que contemple estas causas, las acciones punitivas resultan insuficientes y, a menudo, contraproducentes.