Claudia Sheinbaum propone eliminar la USICAMM para garantizar una selección más justa de docentes

La presidenta electa de México busca reemplazar el organismo por un nuevo sistema que asegure la transparencia y la equidad en la asignación de plazas para maestros.

Claudia Sheinbaum, recientemente electa como presidenta de México, ha anunciado un cambio significativo en la estructura educativa del país. Durante un evento realizado el pasado 15 de agosto, día en que recibió su constancia como presidenta electa por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Sheinbaum declaró que su administración pondrá fin a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM).

¿Qué es la USICAMM?

La USICAMM es un órgano administrativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargado de la gestión de los procesos de selección, promoción y reconocimiento de docentes en el sector educativo público. Desde su creación, ha tenido la tarea de organizar y supervisar los exámenes y procesos que determinan la admisión y promoción de los maestros en niveles educativos que van desde preescolar hasta bachillerato.

Entre sus funciones más destacadas se encuentra la coordinación del Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas, un mecanismo que, en teoría, debería garantizar que la carrera magisterial sea accesible de manera equitativa y justa. Sin embargo, diversos sectores del magisterio, particularmente la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), han criticado duramente su funcionamiento. Argumentan que, lejos de proteger los derechos laborales de los docentes, la USICAMM los pone en riesgo al favorecer un sistema que consideran burocrático e ineficaz.

Las razones detrás de la eliminación

La propuesta de Claudia Sheinbaum para eliminar la USICAMM responde a las demandas de estos sindicatos magisteriales, que durante años han señalado irregularidades y problemas en la manera en que se gestionan las plazas docentes. Según estos grupos, el sistema actual ha perpetuado prácticas corruptas como la venta de plazas y ha dejado en desventaja a muchos maestros que buscan ascender o cambiar de lugar de trabajo.

“Se acabó el USICAMM, y vamos a construir juntos y juntas un nuevo sistema que considere a los maestros y maestras, sin recurrir a viejas prácticas de corrupción”, afirmó Sheinbaum en su discurso, subrayando que su gobierno priorizará la creación de un sistema más transparente y justo, donde la vocación y las capacidades pedagógicas de los maestros sean los criterios fundamentales para su selección y promoción.

El anuncio ha sido recibido con optimismo por el SNTE, que en múltiples ocasiones ha solicitado la eliminación de este organismo. La nueva presidenta ha asegurado que el sistema que se implementará garantizará que los procesos de admisión y promoción sean claros, justos y respetuosos de los derechos laborales de los maestros.

Hacia un nuevo modelo de selección

Aunque los detalles del nuevo sistema aún no han sido revelados, Claudia Sheinbaum ha prometido que se establecerá un modelo que no solo reemplace a la USICAMM, sino que también corrija las deficiencias que han sido objeto de críticas. Se espera que el nuevo sistema cuente con mecanismos de selección y promoción basados en la meritocracia y en una evaluación integral del desempeño docente, siempre con el objetivo de mejorar la calidad educativa en el país.

En las próximas semanas, a medida que se acerque la toma de posesión de Sheinbaum, se espera que su equipo de transición proporcione más información sobre cómo se llevará a cabo esta reforma educativa. Sin duda, la eliminación de la USICAMM y la creación de un nuevo sistema para la carrera magisterial serán temas centrales en la agenda de la futura administración, marcando un punto de inflexión en la política educativa de México.

El fin de la USICAMM representa una apuesta de Claudia Sheinbaum por reestructurar profundamente el sistema educativo mexicano, buscando un equilibrio entre la justicia laboral y la calidad en la enseñanza. A medida que se desarrollen estos cambios, el país observará de cerca cómo se implementan las promesas de la presidenta electa, en un tema que toca la vida de miles de maestros y, en última instancia, de millones de estudiantes.

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