El flan napolitano es una deliciosa variante del flan tradicional que se ha convertido en un favorito en México.
Historia y Origen del Flan Napolitano
El flan napolitano, también conocido como flan de tres leches, tiene sus raíces en la tradición repostera mexicana, aunque su historia comienza mucho antes en Europa. Se cree que su origen se remonta a la Roma antigua, donde los flanes eran preparados con huevos, leche y miel. Con el paso de los siglos, el flan fue evolucionando a lo largo de Europa, hasta llegar a España y, posteriormente, a las colonias españolas en América Latina.
El flan napolitano como lo conocemos hoy día tiene influencias claras de la cocina italiana, debido a la incorporación de ingredientes como el queso crema, que le otorgan una textura más suave y cremosa que el flan tradicional. A diferencia del flan clásico, que es hecho con leche y huevos, el flan napolitano incluye una mezcla de tres tipos de leche (condensada, evaporada y leche normal), lo que le confiere una consistencia aún más rica.
A pesar de su nombre, que sugiere una conexión con Nápoles o Italia, el flan napolitano es un platillo totalmente mexicano. Hoy en día, este postre es indispensable en muchas celebraciones y cenas familiares, apreciado por su versatilidad y sabor inconfundible.
Ingredientes
- Para el caramelo:
- 1 taza de azúcar
- 2 cucharadas de agua
- Para el flan:
- 1 lata de leche condensada (370 g)
- 1 lata de leche evaporada (360 ml)
- 1 taza de leche entera (240 ml)
- 1 paquete de queso crema (190 g)
- 4 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
- Preparar el caramelo: En una cacerola a fuego medio, coloca el azúcar y las dos cucharadas de agua. Deja que se disuelva el azúcar sin revolver, observando que se torne de un color dorado. Una vez que el caramelo esté listo, vierte con cuidado en un molde para flan de aproximadamente 22 cm de diámetro, cubriendo el fondo. Deja que se enfríe mientras preparas la mezcla del flan.
- Preparar la mezcla del flan: En una licuadora, coloca la leche condensada, leche evaporada, leche entera, queso crema, huevos y esencia de vainilla. Licúa a alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Verter la mezcla en el molde: Vierte la mezcla del flan sobre el caramelo enfriado, con mucho cuidado para evitar que se mezcle con el caramelo en el fondo. Si es necesario, pasa la mezcla por un colador para eliminar cualquier burbuja o impureza.
- Hornear: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el molde con el flan en una bandeja de hornear más grande y agrega agua caliente en la bandeja (alrededor de 2 cm de profundidad) para crear un baño María. Hornea durante aproximadamente 50-60 minutos o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
- Enfriar y desmoldar: Deja enfriar el flan a temperatura ambiente antes de refrigerarlo durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche. Una vez frío, pasa un cuchillo por los bordes del flan para soltarlo del molde. Coloca un plato grande sobre el molde y, con mucho cuidado, voltea el flan para desmoldarlo.
- Servir: Sirve frío, solo o acompañado de fruta fresca como fresas o cerezas para un toque extra de frescura. ¡Listo para disfrutar!
Consejos y Variantes
- Si prefieres un flan con una textura más firme, puedes agregar un poco de gelatina sin sabor a la mezcla antes de hornear.
- Puedes decorar con almendras tostadas o un poco de crema batida para darle un toque extra de sabor y presentación.