El ex secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón será sentenciado el 9 de octubre. La Fiscalía argumenta que García Luna facilitó el tráfico de drogas en México a cambio de sobornos.
La Fiscalía estadounidense solicita la máxima condena por cargos de corrupción y narcotráfico
El futuro de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, será decidido el próximo 9 de octubre. La Fiscalía de Estados Unidos ha solicitado al juez Brian M. Cogan una sentencia de cadena perpetua y una multa millonaria para García Luna, tras haber sido declarado culpable por su vinculación con el Cártel de Sinaloa. Según los fiscales, el exfuncionario mexicano abusó de su poder y facilitó el tráfico de drogas, acciones que resultaron en miles de muertes en México y Estados Unidos.
En una carta dirigida al juez Cogan por el fiscal Breon Peace, se detalla que durante su tiempo como secretario de Seguridad Pública entre 2006 y 2012, García Luna aceptó millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa, el cual operaba bajo el liderazgo de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada. Estos sobornos le permitieron al cártel no solo operar con impunidad, sino también obtener recursos clave, como información privilegiada y apoyo logístico, mientras ejercían control en amplias regiones del país.
El documento de la Fiscalía describe a García Luna como una figura central en la conspiración del narcotráfico, destacando que, durante su mandato, la violencia relacionada con los cárteles en México se incrementó, con aproximadamente 60 mil asesinatos registrados en ese periodo. En paralelo, las sobredosis de cocaína en Estados Unidos alcanzaron cifras alarmantes, con más de 62 mil muertes vinculadas a la distribución del narcótico que, según las autoridades, facilitó García Luna.
Corrupción a cambio de favores al cártel
Las pruebas presentadas por la Fiscalía estadounidense subrayan que García Luna no solo ignoró las actividades ilícitas del cártel, sino que también participó activamente en ellas. Durante su juicio en febrero de 2023, tres testigos clave, todos altos mandos del Cártel de Sinaloa, testificaron que García Luna recibía regularmente maletas llenas de dinero en efectivo a cambio de brindar protección y facilitar el tráfico de drogas.
De acuerdo con los testimonios, el ex secretario proporcionó al cártel información valiosa sobre las investigaciones en su contra y ayudó a garantizar el paso seguro de cargamentos de drogas hacia Estados Unidos. Aún más impactante, los miembros del cártel recibieron acceso a recursos del Estado, como uniformes, vehículos y credenciales de la Policía Federal, que utilizaron para consolidar su control sobre el territorio mexicano y para atacar a sus rivales.
La Fiscalía también señaló que García Luna fue responsable de proporcionar guardaespaldas policiales para la protección de los líderes del cártel, aumentando así su capacidad operativa.
Intento de soborno para modificar el veredicto
A pesar de haber sido declarado culpable en febrero, García Luna no ha cesado en sus esfuerzos por evitar la sentencia. Según el fiscal Peace, el exfuncionario mexicano conspiró para anular el veredicto mediante actos de corrupción adicionales. El documento judicial indica que García Luna intentó sobornar a varios reclusos del Centro de Detención Metropolitana (MDC) en Nueva York, donde permanece detenido, con la intención de que estos proporcionaran testimonios falsos que desacreditaran las pruebas presentadas en su contra.
Esta nueva acusación de obstrucción de la justicia agrava aún más la situación de García Luna, quien ya enfrenta cinco cargos graves, incluyendo participación en una empresa criminal continua, conspiración para la distribución de cocaína y declaraciones falsas. Según el fiscal, las acciones del exsecretario “demuestran su continua disposición a utilizar la corrupción para su beneficio”.
La condena solicitada: perpetua y multa millonaria
Dada la gravedad de los crímenes cometidos y el impacto devastador que sus acciones han tenido tanto en México como en Estados Unidos, la Fiscalía de Estados Unidos considera que García Luna merece la máxima condena. En su carta al juez Cogan, el fiscal Peace argumenta que “la justicia solo puede lograrse con una sentencia de cadena perpetua”, añadiendo que además debe imponerse una multa sustancial de al menos 5 millones de dólares.
La sentencia de García Luna, quien alguna vez fue visto como un “súper policía” durante el combate al narcotráfico en México, marcará el cierre de un capítulo que pone en evidencia los nexos entre las altas esferas del poder y el crimen organizado. Este caso ha sacudido profundamente la relación entre México y Estados Unidos en materia de cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico.
Con la fecha de la sentencia cada vez más cerca, la atención internacional está puesta en el desenlace de un caso que, además de exponer la corrupción, ha revelado las peligrosas alianzas que facilitan la operación de cárteles en ambos lados de la frontera.