El ex presidente boliviano justifica su inasistencia a la citación de la Fiscalía, alegando una persecución política.
El ex presidente boliviano Evo Morales justificó su inasistencia a la citación de la Fiscalía para declarar sobre una acusación de trata de personas y estupro. Morales sostiene que el proceso en su contra es parte de una estrategia política para inhabilitar su candidatura para las elecciones de 2025, calificando la investigación como una “manipulación de la Justicia”.
El caso se centra en la supuesta relación que Morales habría mantenido con una adolescente de 15 años durante su mandato. La investigación, que incluye una partida de nacimiento que vincula al ex mandatario con una bebé nacida en 2016, fue retomada a pesar de haber sido previamente rechazada en 2020 por falta de pruebas. Morales se negó a presentarse a la citación del 10 de octubre en Tarija, argumentando que 600 policías y 200 militares lo esperaban con el fin de detenerlo: “Ni que fuera tonto para entregarme”, afirmó durante su programa de radio en Kawsachun Coca.
En lugar de Morales, fue uno de sus abogados quien acudió a la Fiscalía para presentar un memorial justificando la ausencia de su cliente. La defensa argumenta que no se puede juzgar dos veces a una persona por el mismo delito. Sin embargo, la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, anunció que procederá con la emisión de un mandamiento de aprehensión en contra del ex mandatario, señalando que “la ley es para todos, sea Evo Morales o sea Juan Pérez”.
Hasta la fecha, no se ha hecho pública la emisión de dicha orden de aprehensión, lo que ha generado especulaciones sobre el curso del caso. Por su parte, Morales insiste en que todo se trata de una campaña política para sacarlo de la contienda electoral: “Evo es candidato, si no fuera candidato qué proceso, para qué te van a dar importancia”, expresó en su programa radial.
La Fiscalía también investiga la presunta complicidad de los padres de la adolescente en el caso, quienes habrían recibido beneficios de cargos públicos por su vínculo con el ex mandatario. El padre de la joven se encuentra en prisión preventiva, mientras que la madre aún no ha sido ubicada por las autoridades. Existe la posibilidad de que tanto la adolescente como su hija hayan salido del país, según informes del Ministerio de Gobierno.
Este escándalo se suma a otros siete procesos judiciales que se han abierto recientemente contra Morales, lo que ha desatado una serie de protestas por parte de sus seguidores. Desde el pasado lunes, sindicatos afines al ex presidente han bloqueado caminos en el departamento de Cochabamba, generando desabastecimiento de combustible y alimentos en la región. Entre las demandas, los manifestantes exigen que se anulen los procesos judiciales en contra de Morales.
La crisis judicial y política ocurre en medio de tensiones internas dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido fundado por Morales y actualmente liderado por el presidente Luis Arce. El calendario electoral establece que el MAS debe renovar su directiva antes de diciembre, y las candidaturas presidenciales deben definirse en abril de 2024, lo que intensifica la pugna entre ambos líderes.