El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha repudiado enérgicamente el ataque ocurrido en un mítin del ex presidente Donald Trump en Pensilvania. “Estoy agradecido de escuchar que está a salvo y que se encuentra bien”, expresó Biden en un comunicado oficial, añadiendo: “No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. Debemos unirnos como una nación para condenarla”.
El incidente ha sacudido el ambiente político en medio de una reñida contienda electoral entre Biden y Trump, quienes se encuentran empatados en la mayoría de los sondeos de opinión. Trump, quien fue presidente de 2017 a 2021, ha consolidado su posición como el principal candidato republicano para las próximas elecciones, unificando al partido tras una breve vacilación de apoyo después del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Ambos partidos han mostrado una condena unánime al ataque. Legisladores republicanos y demócratas han expresado su rechazo a la violencia en términos contundentes. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, señaló en la red social X que reza junto a su esposa por Trump y los demás asistentes del evento en Butler, destacando que “ese horrendo acto de violencia en un mitin pacífico de campaña no tiene lugar en este país y debería ser condenado de forma unánime”.
El líder demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, agradeció la rápida respuesta de los agentes de seguridad en X, mientras que el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se declaró “horrorizado” por el suceso.
El ex presidente Barack Obama también se pronunció, afirmando que, aunque aún no se conozcan todos los detalles, todos deberían sentirse “aliviados” de que Trump no resultara gravemente herido. Obama subrayó la necesidad de renovar el compromiso con la civilidad y el respeto en la política.
Este incidente resalta las tensiones crecientes en un ciclo electoral ya de por sí polarizado, y subraya la urgencia de encontrar un terreno común en el rechazo a la violencia política.