En un sorprendente giro de los acontecimientos dentro del mundo del narcotráfico mexicano, la reciente entrega de Joaquín Guzmán López, hijo del célebre Joaquín “El Chapo” Guzmán, junto a su padrino y cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, ha generado una ola de especulaciones y análisis sobre las posibles motivaciones y consecuencias de este hecho.
María Idalia Gómez, reconocida periodista, en una entrevista con Carmen Aristegui, ofreció una perspectiva que sugiere un trasfondo estratégico en este movimiento. Según Gómez, este no sería un acto de traición hacia “El Mayo” Zambada, como algunos han sugerido, sino una maniobra bien calculada en un momento crítico para el Cártel de Sinaloa.
“Me hacía mucho ruido la parte de que Joaquín Guzmán López fuera detenido con él, yo decía por qué por qué: pues es su ahijado, igual que Ovidio, es su ahijado, es muy cercano. Además, Joaquín no tendría la capacidad mínima para engañar a su padrino, y tampoco tiene Joaquín Guzmán López la capacidad operativa del Cártel de Sinaloa, sólo lo tienen sus medios hermanos”, explicó Gómez.
Gómez argumenta que el debilitamiento de la posición de los Guzmán López frente a sus medios hermanos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, podría haber impulsado a Joaquín a buscar un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Con sus hermanos consolidando el poder dentro del cártel, quedarse en México se tornaba cada vez más peligroso. En este contexto, la periodista sugiere que quizás fue “El Mayo” Zambada, su padrino, quien ofreció llevarlo a entregarse a Estados Unidos, donde ya se encuentran su padre, El Chapo Guzmán, y su hermano Ovidio.
“La mejor opción era buscar un acuerdo con Estados Unidos, país donde ya se encuentran su padre y su hermano Ovidio”, señala Gómez, destacando la importancia estratégica de esta decisión.
Además, Gómez menciona que la entrega de Joaquín Guzmán López y “El Mayo” Zambada podría tener profundas implicaciones en términos de la información que podrían proporcionar durante un eventual juicio. Ambos poseen conocimientos detallados sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa y sus conexiones políticas, convirtiéndose en testigos potencialmente valiosos para las autoridades estadounidenses.
Esta teoría es respaldada por el periodista Gildo Garza, quien en una entrevista con Azucena Uresti recalcó que Iván Archivaldo y Jesús Alfredo están actualmente en disputa por plazas, mientras que los Guzmán López se encontraban en una posición debilitada tras la captura de Ovidio. “Como ahijado de El Mayo pudo haber negociado, como protegido”, indicó Garza, descartando la posibilidad de una traición y subrayando la astucia de Zambada para evitar ser engañado por “El Chapito”.
Por su parte, José Luis Montenegro, entrevistado en el mismo espacio que Garza, sugiere que Ismael Zambada ha actuado como informante de la DEA durante muchos años. Esta cooperación habría permitido a Zambada mantenerse en el poder, proporcionando información valiosa a las autoridades estadounidenses. Montenegro destaca que la DEA tenía conocimiento sobre el estado de salud del capo y otros detalles cruciales, lo que sugiere una comunicación directa y efectiva con la agencia.
Montenegro concluye señalando que la influencia de “El Mayo” Zambada dentro de la organización es considerable y que un posible juicio podría causar temor en varios personajes clave, sumado a las posibles revelaciones de Ovidio y Joaquín Guzmán López, así como las declaraciones de Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública durante la administración de Felipe Calderón.
Finalmente, es relevante mencionar que Joaquín Guzmán López, de “Los Chapitos” que aún permanecían en libertad, era el que menos cargos tenía y por el que se ofrecía una recompensa menor: 5 millones de dólares en comparación con los 10 millones de dólares ofrecidos por Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. Esta diferencia en las recompensas también podría haber influido en la decisión de entregarse.