La senadora de oposición denuncia el gesto como un acto de sumisión y señala intentos de “control de daños” al desmentir la fotografía. La polémica marca un tenso inicio para la nueva presidenta de México.
En medio de los primeros días de la presidencia de Claudia Sheinbaum, una fotografía captada en la Cámara de Diputados ha desencadenado una controversia. En la imagen, la presidenta aparece inclinándose y besando la mano del senador Manuel Velasco, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), inmediatamente después de haber rendido protesta como titular del Poder Ejecutivo. Este gesto ha sido criticado duramente por la senadora Lilly Téllez, quien no tardó en manifestar su descontento en redes sociales.
La senadora panista utilizó su cuenta en X, anteriormente conocida como Twitter, para compartir la fotografía del momento, acompañada de fuertes señalamientos hacia la mandataria. Téllez consideró el gesto de Sheinbaum como un acto de sumisión y lo describió como una “crisis” para su gobierno que recién comienza. “Es la primera crisis y en los primeros minutos del gobierno de Sheinbaum: la foto en la que está agachada ante Manuel Velasco”, escribió la legisladora. La publicación fue ampliamente compartida y generó un intenso debate entre los usuarios de la red social.
Crítica por manejo de la imagen
Lilly Téllez no solo se limitó a criticar el acto en sí, sino también la manera en que, según ella, el equipo de Sheinbaum intentó manejar la situación. La senadora afirmó que, como parte de una estrategia de “control de daños”, se había intentado desmentir la veracidad de la imagen, siguiendo un patrón que, según Téllez, recuerda a incidentes pasados. “Como control de daños hacen lo mismo que con la foto de AMLO y la madre del Chapo: Dicen que la foto es falsa y luego que se agachó por ‘humildad’”, subrayó la legisladora.
En su publicación, Téllez destacó que la fotografía en cuestión había sido tomada del medio Milenio, el cual posteriormente la habría retirado de su portal. Sin embargo, esto no evitó que la imagen se viralizara y desatara una serie de comentarios que cuestionan la naturaleza del gesto de la presidenta.
Interpretaciones diversas
El incidente ha provocado una ola de reacciones en el ámbito político y en las redes sociales. Algunos ven el acto como una muestra de respeto, mientras que otros, como Téllez, lo interpretan como una señal de debilidad o subordinación. En este contexto, la imagen ha adquirido una relevancia simbólica que va más allá del mero protocolo, especialmente en una etapa crucial en la que Sheinbaum busca consolidar su liderazgo como la primera mujer en ocupar la presidencia de México.
Por su parte, ni Claudia Sheinbaum ni Manuel Velasco han emitido hasta el momento declaraciones oficiales respecto al incidente. Sin embargo, algunos cercanos al equipo de la presidenta han defendido que el gesto fue una cortesía tradicional y que no tiene mayores implicaciones políticas. A pesar de estos intentos de aclaración, el debate continúa escalando, especialmente en las redes sociales, donde se han compartido múltiples versiones del incidente.
Precedentes y tensiones políticas
Las tensiones entre Lilly Téllez y Claudia Sheinbaum no son nuevas. La senadora ha sido una crítica vocal de la Cuarta Transformación (4T) y del liderazgo de la presidenta desde que ambas eran parte del Senado. Esta última controversia parece ser una extensión de esas diferencias políticas de fondo.
Además, el mencionado “control de daños” al que alude Téllez, relacionado con la fotografía de AMLO con la madre del Chapo, refleja un patrón de acusaciones recurrentes por parte de la oposición respecto al manejo mediático del gobierno. Este tipo de situaciones suele avivar la polarización, sobre todo en tiempos donde la opinión pública está profundamente dividida.
La publicación de Lilly Téllez llega en un momento en el que la presidenta busca consolidar alianzas dentro de un Congreso fragmentado, donde el PVEM, partido de Manuel Velasco, ha sido un aliado clave del oficialismo. Por ello, algunos analistas sugieren que la fotografía, más allá de un gesto de cortesía, puede ser vista como una representación simbólica de las relaciones de poder que se estarán definiendo en los próximos meses.
Consecuencias políticas
La forma en que la presidencia de Sheinbaum gestione esta controversia puede tener implicaciones significativas para su imagen pública. Aunque el episodio en sí podría parecer menor, los primeros días de cualquier gobierno son fundamentales para establecer el tono de liderazgo. Además, la narrativa construida en torno a este gesto puede ser aprovechada tanto por la oposición como por los aliados de la presidenta, dependiendo de cómo evolucione la discusión en los medios y en el ámbito político.
En conclusión, este incidente, aparentemente trivial, ha desatado una discusión más amplia sobre la política simbólica en México, las dinámicas de poder en el Congreso y la relación de la presidenta con sus antiguos aliados y actuales críticos. Lilly Téllez, una figura conocida por sus fuertes posturas en redes sociales, ha dejado claro que será una voz crítica y vigilante frente a los primeros movimientos del nuevo gobierno. Resta por ver si esta polémica tendrá un impacto duradero o si quedará como un episodio pasajero en los agitados primeros días de la presidencia de Claudia Sheinbaum.