El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha arremetido contra la decisión de una jueza de distrito que permitió al exgobernador de Puebla, Mario Marín, enfrentar su proceso penal en prisión domiciliaria. Marín, acusado de tortura y detención ilegal de la periodista Lydia Cacho, ha sido beneficiado con un cambio en sus medidas cautelares, lo que ha desatado la indignación del mandatario y de diversas organizaciones civiles.
En su conferencia matutina de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador no dudó en expresar su descontento y preocupación ante la reciente decisión judicial que permite al exgobernador de Puebla, Mario Marín, continuar su proceso penal desde la comodidad de su hogar. “Está el caso reciente del fin de semana, otro sabadazo de una jueza que le está dando libertad al señor Marín que fue gobernador de Puebla”, denunció el mandatario, refiriéndose al fallo de la jueza de distrito Angélica del Carmen Ortuño Suárez.
Mario Marín, conocido también como el “góber precioso”, fue detenido en 2021 tras haber estado prófugo durante dos años. Se le acusa de haber ordenado la detención y tortura de la periodista Lydia Cacho en 2005, después de que esta publicara su libro “Los demonios del edén”, en el cual denunciaba una red de explotación sexual infantil. Las pruebas en su contra incluyen una grabación en la que Marín garantiza impunidad a uno de los principales implicados, el empresario Kamel Nacif.
La orden de la jueza Ortuño Suárez implica que Marín deberá portar un brazalete electrónico, pagar una multa de 100,000 pesos y firmar periódicamente en el juzgado, condiciones que han sido consideradas insuficientes por diversos sectores, incluidos López Obrador y organizaciones defensoras de los derechos humanos. La periodista Lydia Cacho y la organización Artículo 19 han manifestado su preocupación por el riesgo de fuga del exgobernador y han cuestionado la decisión judicial.
López Obrador ha utilizado este caso como un argumento más para defender su propuesta de reforma al Poder Judicial, que busca la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular. Según el presidente, esta medida es necesaria para acabar con la corrupción y los presuntos actos de protección a personajes como Marín, a quien acusa de haber colaborado en el fraude electoral de 2006 en favor del PAN. “Por eso no quieren que se reforme el Poder Judicial. Ya hemos demostrado cómo aplican los sabadazos y este es otro sabadazo”, aseveró López Obrador, dejando en claro su postura crítica hacia el actual sistema de justicia.
El caso de Marín ha resurgido en un momento de intensa polarización política en México, con protestas recientes frente a la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) en las que se ha exigido detener lo que algunos consideran una sobrerrepresentación legislativa que favorece a Morena y sus aliados. Esta situación, según los manifestantes, permite al partido en el poder realizar modificaciones constitucionales, como la controvertida reforma judicial, sin necesidad de negociar con la oposición.
La abogada de Marín, Eva Lozada, ha salido en defensa de la decisión de la jueza, argumentando que “no es una exoneración total”, sino una aplicación del criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que estipula que una persona no puede estar en prisión preventiva por más de dos años. Sin embargo, Lydia Cacho ha señalado las inconsistencias en el manejo del caso. En sus redes sociales, criticó la disparidad en las fianzas impuestas: “Fianza a Lydia Cacho después de haber sido torturada y encarcelada por denunciar las redes políticas de pornografía infantil: 70.000 pesos. Fianza al ex gobernador millonario que la torturó por decir la verdad: 100.000 pesos”.
El desarrollo de este caso y la respuesta del presidente López Obrador subrayan las tensiones y desafíos que enfrenta el sistema judicial mexicano, particularmente en lo que respecta a la impunidad y la corrupción. Mientras tanto, la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos mantienen su vigilancia sobre el cumplimiento de la justicia en uno de los casos más emblemáticos de los últimos años.