El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez destaca el invaluable apoyo de la afición en el GP de México.
Ciudad de México – El Gran Premio de México vuelve a convertirse en el epicentro de la Fórmula 1, y para Sergio “Checo” Pérez, es más que una carrera; es una celebración de identidad y pasión compartida con cientos de miles de aficionados mexicanos. En vísperas de su novena participación en el Autódromo Hermanos Rodríguez (AHR), Pérez destacó la emoción y el apoyo que recibe de los asistentes, un fenómeno que, según él mismo ha expresado, no ha logrado asimilar por completo pese a los años.
Durante una entrevista previa al inicio de las prácticas libres, Pérez compartió cómo la energía del público mexicano lo arropa cada año en este fin de semana tan esperado. “Nunca te acostumbras y se te olvida mucho, porque cuando corres por todo el mundo, obviamente no tienes el mismo apoyo en casa que lo que tienes en China o en otras carreras”, explicó el piloto tapatío, quien ha recorrido las pistas de Europa y Asia, pero siempre anhela el regreso a su país natal. “Cuando llegas aquí te das cuenta de todo el cariño que tienes con la gente y la gente valora lo que hago. Siempre ha sido un apoyo increíble y nunca me he acostumbrado; no lo veo como algo normal”.
Checo también enfatizó el valor que tiene para él el poder compartir este momento único con su familia, especialmente con sus hijos, quienes poco a poco han crecido rodeados del ambiente vibrante de la Fórmula 1. “Es algo que me da mucho gusto poderlo compartir con mis hijos”, expresó con emoción el piloto, quien reconoce el valor simbólico de esta experiencia familiar y de cómo se entrelaza con la devoción de la afición mexicana.
Un evento multitudinario en la Fórmula 1
El Gran Premio de México, desde su reintroducción en el calendario de la Fórmula 1 en 2015, ha sido uno de los más esperados del circuito por su distintiva energía. La respuesta del público ha sido masiva; se estima que más de 300 mil aficionados asistan durante el fin de semana para apoyar no solo a Checo Pérez, sino para ser parte de una celebración nacional que se ha convertido en un emblema de la cultura automovilística en México. Las gradas del AHR, icónicas por su capacidad de resonar a una sola voz, serán el escenario de un fin de semana cargado de emociones y expectativas.
Relación con Max Verstappen
En medio de esta gran ocasión, no han faltado las preguntas sobre su relación con su compañero de equipo, el neerlandés Max Verstappen. En medio de especulaciones que apuntan a una posible rivalidad, Pérez aclaró que, lejos de los rumores, ambos pilotos mantienen una relación sólida y afable, descubriendo incluso afinidades personales fuera de la pista. “No, la fingimos, todo es por los likes”, bromeó Pérez antes de añadir: “La verdad es que sí tenemos una buena relación y somos más parecidos de lo que pensábamos cuando nos conocimos. Max es alguien que abajo del coche es muy relajado y siempre busca ganar, pero fuera de ello, también tiene una vida ajena al deporte; en eso somos muy parecidos”. Con estas palabras, Pérez desmitifica las tensiones que algunos sectores han querido atribuir a su relación con Verstappen, subrayando que ambos comparten tanto metas deportivas como personales.
Para Checo Pérez, el Gran Premio de México representa algo más que el honor de competir en casa; es el reconocimiento a su labor y el apoyo incondicional de la gente que lo ve no solo como un piloto destacado, sino como un ídolo que lleva los colores de México a nivel mundial. Este fin de semana, más de 300 mil voces se unirán en el Autódromo Hermanos Rodríguez para celebrar ese ímpetu que Checo representa en el ámbito deportivo y en el corazón de su país.
