Nissan detiene SUV hechos en México por aranceles automotrices

4 de abril de 2025

Aranceles de EE.UU. provocan ajustes en la industria automotriz mexicana

La automotriz Nissan anunció que suspenderá los pedidos de sus modelos Infiniti QX50 y QX55 desde México hacia Estados Unidos, debido a los aranceles automotrices del 25% impuestos por el gobierno estadounidense.

Impacto directo en la producción mexicana

Los modelos afectados, Infiniti QX50 y QX55, son fabricados en la planta COMPAS en Aguascalientes, una instalación conjunta de la alianza Renault-Nissan y Daimler AG.

Estos vehículos continuarán produciéndose, pero solo serán destinados a mercados fuera de Estados Unidos, su principal destino hasta ahora.

La medida responde al incremento de costos generado por los nuevos aranceles, lo cual vuelve inviable económicamente la exportación desde México.

Esta planta, considerada clave para la producción regional, ahora enfrenta un posible ajuste operativo, aunque Nissan no ha anunciado despidos inmediatos.

Reestructuración en América del Norte

Mientras se detienen los envíos desde México, Nissan ha optado por mantener la producción del modelo Rogue en Tennessee, donde opera dos turnos.

En enero se había previsto la eliminación de uno de ellos, pero la compañía cambió de rumbo ante el nuevo panorama comercial.

Otras compañías también están reaccionando. Stellantis, matriz de Chrysler, Jeep y Ram, ha suspendido actividades en varias plantas de Canadá, México y Estados Unidos.

En Toluca, la planta que produce el modelo Compass ha detenido temporalmente su producción. En total, 900 empleados serán afectados por paros o despidos temporales en distintas regiones.

Este freno productivo responde a un entorno incierto generado por políticas que impactan directamente en la cadena de suministro.

Toyota y Honda ajustan operaciones en Guanajuato

En Guanajuato, las plantas de Toyota y Honda también han comenzado a modificar sus operaciones.

Toyota, que ensambla la camioneta híbrida Tacoma para exportación, ha pausado sus horas extras temporalmente.

Honda, por su parte, está en proceso de negociación para reducir las horas extraordinarias en la línea del modelo HR-V.

Ambas empresas priorizan el mercado estadounidense, por lo que los aranceles podrían provocar más cambios en sus estrategias de producción.

Antonio Filosa, director de operaciones de Stellantis en América, declaró que este nuevo contexto requiere “resistencia y disciplina colectivas”.

En su comunicado interno, advirtió que seguirán evaluando los efectos a mediano y largo plazo, aunque ya se están tomando acciones inmediatas para mitigar el impacto.

Según Reuters, los nuevos aranceles podrían costar a las automotrices más de 3,000 millones de dólares anuales si no se revierten o negocian nuevas condiciones


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